Su padre le había dicho que no recordaba demasiado de su infancia por culpa del trauma que su madre y hermanos le ocasionaron.
Shouto aceptó aquello. De todas formas, era lo mejor. Trató de convencerse por años.
¿Para que querría él recordar a Natsuo, su hermano mayor, desangrándose en el trono? Él veía imágenes en su mente, claro era. Solo no estaba seguro cuáles eran reales o narradas por Fuyumi, cuáles mentiras de su padre y cuáles otras inventadas por lo que escuchaba de la servidumbre del castillo.
Shouto solo era un niño cuando su familia se rompió por completo. Pequeño y asustado del mundo. Y lo seguía estando —le asustaba que no pudiese recordar del todo el cabello blanco de Natsuo o la sonrisa ladina de Dabi.
Sí recordaba, sin embargo, que sus dos hermanos le habían amado. A veces tenía fogonazos de viejas memorias; sus hermanos protegiéndolo de los hijos de otros lores que se burlaban de él por su cabello, sus hermanos enseñándole los pasadizos secretos del castillo a dónde podía escaparse cuando quisiera estar solo. De la cálida mano de Natsuo tomando la suya pegajosa y a Dabi susurrándole mi pequeño Shouto.
Era su voz la que le acompañaba en las noches que más le costaba conciliar el sueño. Como una canción de cuna, que lo arropaba y parecía prometerle con su tono que todo estaría bien. Que en el mundo no existía el mal, y que ellos podrían ser felices juntos otra vez.
Podía verse a él como si fuera otra vez un niño, jugando con espadas de maderas y probándose la corona de oro con diamantes incrustados de su padre.
Una corona que no debería haber sido suya. Pero lo sería. Porque ni Natsuo ni Dabi ya estaban allí. Y Fuyumi no tenía permitido gobernar.
El pequeño Shouto, aquel al que tanto habían querido, ya no tenía más amparo de nada. Sería rey —algún día, tal vez no muy lejano, si todo salía bien en su misión— o perecería en su sacrificio. Ojalá supiese por qué cosa debía sacrificarse, pero pensó que no debía ser digno ni de conocer ese secreto.
Su padre tenía demasiados enemigos, de eso no cabían dudas —viajaba con un explosivo muchacho que deseaba asesinar al rey con sus manos desnudas y de la manera más sangrienta posible—; Natsuo, Dabi y su madre no habían durado demasiado, ¿qué le hacía pensar que los Todoroki restantes no tendrían el mismo destino? Él no temía por su vida —aunque claro, no quería morir— pero le aterraba pensar que, mientras él estaba lejos, alguien podría estar dañando a Fuyumi.
El pensar tanto en su familia llevó su mente muy lejos del presente. Lejos de las aguas de la Ciudad de las Sombras en las que estaba hundiéndose.
Tal vez ese mismo fue el disparador a que recordase un pasado que creía enterrado en el fondo de su mente. Uno al que no tuvo necesidad de recurrir durante todos esos años, pero que ahora le golpeaba con la intensidad de un huracán en la costa.
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De héroes y leyendas [TodoDeku/KiriBaku] - BNHA
FanfictionAU FANTASÍA. Existía una tierra mágica, llena de hechiceros y dragones, de reyes tiranos y príncipes rebeldes, de leyendas y aventuras heroicas. Un lugar tan hermoso como lo era aterrador, si sabías en donde entrometerte. Y luego estaba Midoriya, u...