Capítulo 12

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No debían haber transcurrido ni siquiera dos horas completas desde que Todoroki fue en busca de los pases hasta que el caos se desató en aquella callejuela olvidada y tuvieron que escapar a lomos de Kirishima

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No debían haber transcurrido ni siquiera dos horas completas desde que Todoroki fue en busca de los pases hasta que el caos se desató en aquella callejuela olvidada y tuvieron que escapar a lomos de Kirishima. Aquellos debían haber sido los minutos más intensos de la vida de Izuku.

Ahora toda una ciudad sabía del dragón, del príncipe fugitivo y el equipo de locos que lo acompañaban.

Así que luego de más de un día de discutir, perder el tiempo y amenazarse con quemarlos a todos vivos —palabras de Bakugo—, pareció caerles del cielo una forma de entrar al Festival.

Más bien se le había ocurrido a Kirishima, mientras huían por las rutas alternativas. La Calzada Imperial debía ser un caos de guardias, y tenían que caminar con algunos kilómetros de distancia para no ser todos atrapados al mismo tiempo —en el peor de los escenarios. Pero el joven dragón vio una caravana de artistas ambulantes y pareció saber al instante que aquello les serviría.

—Nos colaremos con ellos —dijo sonriente.

Nadie dijo nada al instante, a excepción de Bakugo, que pestañeaba con aburrimiento:

—Es la idea más estúpida que has tenido en tu insignificante vida.

—¡Me conoces de hace menos de dos semanas! —berreó Kirishima.

—Sigue siendo estúpido.

—¡Pero Bakugo...!

Ochako alzó la palma de la mano para que dejasen de pelear.

—No, Kirishima tiene razón. Podría ser una idea excelente.

—¿Y hacer que maten a toda la caravana de artistas si nos descubren? —preguntó Iida—. ¿Involucrar inocentes en nuestro plan suicida es una idea excelente?

—¿Tienes otra idea? —espetó Uraraka, con los brazos en la cintura—. Una que no involucre hacernos pelear con Valquirias, en lo posible.

—Eso fue aterrador —intervino Tamaki, temblando.

El muchacho rara vez hablaba, pero de a poco aprendía a soltarse —excepto cada vez que Katsuki se ponía a vociferar que los mataría a todos— y se había portado excepcionalmente en la lucha con las Valquirias.

Él no tenía un arma como los demás, pero había hecho una especie de látigo con las enredaderas que crecían en las paredes de los hogares vecinos. Izuku lo miró maravillado, casi ganándose una estocada de una Valquiria de cabello corto.

—Solo tenemos que ocultar a Sir Tenya y Todoroki. Son los más reconocibles por la Guardia y las Valquirias. Con discreción, el resto pasaremos desapercibidos —continuó Uraraka.

Iida apretó la boca y los puños. A continuación se dirigió hacia la piedra en la que descansaba Todoroki, que había estado callado y pensativo desde el encuentro con aquellas hermosas y aterradoras guerreras.

De héroes y leyendas [TodoDeku/KiriBaku] - BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora