Capítulo 23

7.8K 1.1K 2.1K
                                    

Shouto se despertó por los incesantes golpes que se daba contra la cabeza

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Shouto se despertó por los incesantes golpes que se daba contra la cabeza. Apretó los dientes pero descubrió que tenía un trapo mugroso para taparle la boca, el aroma nauseabundo le daba ganas de caer inconsciente otra vez.

Por el traqueteo pudo adivinar que estaba en un vehículo en movimiento. Una caravana, posiblemente —como la de aquellos artistas que les ayudaron a llegar hasta el Festival de las Estrellas.

No podía moverse ya que iba maniatado. Sus ojos estaban cubiertos y no podía maniobrar para liberarse ya que no tenía idea de si algún guardia viajaba con él en el vagón.

Trató de acompasar sus latidos y respiración. Tranquilizarse. Debía estar lúcido y fiarse solamente de su oído —y un poco del olfato, si es que el olor del trapo no se lo arruinaba— para adivinar hacia dónde los dirigían.

Recordó el olor al somnífero antes de caer. Como parte de su entrenamiento real estaba el de dilucidar olores, sabores y texturas en caso de posibles envenenamientos a los cuales ningún monarca era inmune de ser víctima.

Claro estaba que había fallado.

Fue demasiado tarde cuando reconoció la Dalia Sonámbula, una flor que crecía en los bosques y que su humo al ser quemada podía poner a dormir a todo un regimiento. Había sido uno de los trucos de la heroína Midnight. Era de conocimiento básico en la educación de un noble.

Pero no iba a permitirse otro error de ese calibre. Por ello, pegó la oreja a la superficie más cercana de la caravana y trató de escuchar.

No había más que el casco de los caballos caminando sobre lo que parecía ser un camino pedregoso —y empinado— y el ulular de los búhos. De acuerdo. Todavía era de noche —no estuvo demasiadas horas inconscientes. La Dalia Sonámbula solo tenía un efecto de una a dos horas. Debía ser entrada la madrugada.

Sintió entonces un golpe escandaloso.

Quédate quieto, maldita larva —gruñó una voz adentro del vagón. Su acento no se escuchaba como de ninguna parte que él conociera del reino—. A ti no te quieren vivo. Solo a vuestro principito. No tendré reparos en matarte ahora mismo.

Shouto sintió el corazón latirle más deprisa durante un instante. Solo un par de segundos después se dio cuenta que su captor no estaba hablándole precisamente a él.

Sintió un nudo en el estómago al recordar a Midoriya.

El baño en la cascada. Su desnudez. La luz de la luna como testigo de lo que sea que ambos estuvieran sintiendo. Todoroki cayendo desmayado, tratando de advertirle sobre la Dalia Sonámbula a Midoriya.

Midoriya siendo atrapado también.

Se preguntó por los demás. Podía sentir la calidez de un tercer cuerpo a muy escasos centímetros del suyo, pero ese cuerpo no se había movido un solo ápice desde que él estaba consciente. Pero el golpe lo escuchó al otro lado del vagón.

De héroes y leyendas [TodoDeku/KiriBaku] - BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora