Capítulo 16

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Tan cerca

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Tan cerca. Momo había estado tan, tan cerca y Shouto volvía a escapársele de la punta de los dedos.

Se sentía como un fracaso. Debía serlo, ¿no? Porque no podía ser coincidencia que la Comandante de las fuertes y aguerridas Valquirias fallase tantas veces en su objetivo.

Puede que Yaoyorozu Momo no se mereciera su puesto y todas sus medallas. Se sentían vacías si ella no era capaz de demostrar lo que valía.

Casi creyó que Todoroki la había visto a los ojos por un segundo. Una fracción de segundo en la que Todoroki se arrepentía de sus actos y volvía con ella al Castillo; todavía tenía esperanzas. Podían arreglarlo todo. Tal vez Endeavor pudiese perdonarlo por su desobediencia y la vida de ellos volvería a ser monótona, pero Momo no tendría no carrera contrarreloj para darle caza a su mejor amigo.

Pero Todoroki volvía a elegir a un grupo de delincuentes que apenas conocía y una misión que lo sobrepasaba. No podía culparlo. Ella no era quien para reclamar por un cariño y compañía que jamás estuvieron destinados a ser suyos.

Tenía que apartar sus bobos e infantiles sentimientos. Momo había hecho una promesa —una de que atraparía a Shouto porque esa era la voluntad de su rey, a quien ella y sus hermanas le daban juramento de seguir.

Sus vidas y sus manos que cargaban las Armas le pertenecían a él. No había nada que Momo pudiera hacer para ir contracorriente.

Momo escuchó pasos a su espalda. El cierre del Festival se había vuelto un caos y seguían evacuando gente asustada hasta los nervios. Otra cosa de la cual Shouto no parecía sentirse culpable.

Pensó qué tal vez sería Jirou, prestándole un hombro amigo para que ella se desahogase.

—Kyoka, ahora no estoy de...

—Comandante —la cortó la firme voz de Mirio—. Requiero hablar con usted. Tengo algo... alguien que se me hace un tanto sospechoso.

Momo se sobresaltó en su lugar.

—Capitán —respondió ella tras un carraspeo, ajustándose la falda de la armadura—. ¿Podría explicarse?

Mirio asintió, haciéndole una seña con su mirada para que lo siguiese. Momo se apresuró para caminar a su lado.

—Es un elfo.

—¿Un elfo? —repitió Yaoyorozu con gran sorpresa—. ¿Por qué sospecha de un elfo?

—Es quien me ha enviado al lado opuesto de donde yo estaba investigando. Me ha perseguido toda la noche, casi convencido de que había visto al príncipe entre la gente. Pero dígame usted, Comandante, ¿cómo es que un elfo sabría de nuestro príncipe?

—Los rumores corren rápido, Capitán Togata.

—Eso lo sé —Mirio soltó una risotada amarga—. Pero no quita que me haga sospechar.

De héroes y leyendas [TodoDeku/KiriBaku] - BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora