De héroes y leyendas [TodoDeku/KiriBaku] - BNHA

Capítulo 27

Decir adiós nunca era sencillo. Ni siquiera si solo era una despedida temporal.

Izuku se tragó las lágrimas cuando Ochako le apretó fuertemente en un abrazo. No se contuvo de devolvérselo. No tenía idea de si volverían a verse pronto, o si lo harían.

Era un viaje peligroso. Especialmente el sendero que ella y Sir Tenya recorrerían hacia las callejuelas oscuras de la Ciudad Imperial junto a dos niños; lleno de Valquirias, Guardias Reales y un montón de secretos.

—Cuídate, ¿de acuerdo? —Ochako le palmeó en la húmeda mejilla—. No te alejes del príncipe.

—Tranquila, puedo cuidarlo perfectamente —Midoriya trató de bromear—. Soy buenísimo con la espada, o eso creo...

La bruja rodó los ojos. Se sacó una de las piedras que habían robado de la Iglesia de la Noche de su bolsillo, para depositarla en la palma de Izuku y apretar sus manos sobre ella.

Descubrió que estaba partida al medio.

—Puedes usarla para comunicarte conmigo. Es unidireccional, así que solo tú puedes mandarme una especie de mensaje a través de ella —rió con tristeza—.No con palabras, por supuesto. Me envías tus emociones y yo lo sabré. Solo debes apretarla cerca del pecho y la otra mitad me enviará lo que quieras comunicarme. Mira, así.

Ochako tomó el brazo y se lo elevó hasta el pecho, justo a la altura del corazón. Alzó su mano libre para tironear del collar que ella tenía, con la otra piedra partida de color negro azabache.

—Úsala si están en peligro —dijo finalmente.

Midoriya asintió, sujetando más fuerte la piedra mientras se tragaba las últimas lágrimas. Ochako le abrazó por última vez y se dio la vuelta para alejarse hacia donde Bakugo y Kirishima preparaban sus cosas para partir hacia el Valle del Oráculo; ella comentó que entregaría una piedra hechizada para que el Firewalker usara en Mitsuki hasta que tuvieran el conjuro final de sanación.

Fue el turno de Sir Tenya de acercarse a Midoriya. Hizo una reverencia hacia él, la cual también devolvió con algo de torpeza.

—Espero protejas la vida de nuestro príncipe —dijo el caballero con solemnidad—. Sé que tú no hiciste un juramento como yo...

—No necesito un juramento para proteger a Todoroki —Midoriya le interrumpió—. Haré lo que sea por mantenerle a salvo.

Lo juro con mi propia vida, dijo en su mente.

—Espero verte otra vez, Midoriya —continuó Sir Tenya—. Por alguna razón tengo el presentimiento de que vas a sorprendernos a todos.

Izuku le regaló una sonrisa temblorosa. Oh, si tan solo supiera...

El caballero hizo otra reverencia. Izuku descubrió que en su mente ya no le miraba con tanto recelo, sino que todo eso había crecido en una especie de respeto al muchacho campesino que nada sabía hacer. Todoroki les observaba con curiosidad a lo lejos.