Querido diario...
Por Dios, por primera vez siento un poco de vergüenza por mis actos, he dejado que el señor Growney me toque frente a mi padre y lo que más me apena es que disfrute cada segundo de sus dedos hurgando ni sexo,fue tan divino, es más, me mojé tanto que los fluidos llegaron hasta mi falda.
Cada día juntos en más atrevido y arriesgado que el otro, mi amo hace lo que sea para que me vaya con él a su casa y poder hacerme suya, disfruta cada de segundo de poder tocar mi cuerpo, mientras yo disfruto cada segundo cuando siento sus ásperas manos sobre mi piel.
Mi cuerpo le pertenece y no por el hecho de que sea su sumisa, si no porque solo él lo sabe tocar, solo él lo hace vibrar, solo él desata las mejores sensaciones, solo él le da placer y porque simplemente quiero ser solo de él...
Y lo sabe perfectamente, sabe que soy solo de él.
—Señorita Parker su padre viene en veinte minutos, le agradecería que se presente en mi oficina para que este al tanto de lo que se hable en la reunión — le dijo el señor Growney fingiendo indiferencia a la pequeña Melanie, pensó que ella se veía diferente hoy, tenía algo que la hacia ver más hermosa que siempre, pero él no sabía que.
—Estaré allí señor Growney, gracias por avisarme- le dio una sonrisa tímida mientras él la observaba descaradamente.
—Le veo luego señorita Parker- le dijo y camino hasta la puerta, puso la mano en el pomo y en ese momento se percato de aquello que marcaba la diferencia, se volteó y le susurró —Bonita falda pequeña Melanie— le dijo coqueto y se marchó.
Ella sonrió y se alisó la falda con sus palmas, había elegido para el día de hoy una falda más corta de lo que se le permitía usar, la pieza llegaba unos centímetros más arriba de sus rodillas, pero como su madre salió más temprano que ella osó de llevar algo más femenino y actual, una falda roja con pliegues, que para su sorpresa fue notado por su amo y lo mejor de todo fue su elogio.
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Memorias de una sumisa
ChickLitNo es una historia... No es una novela... No es un libro... Son las memorias de una chica que se entregó a la sumisión... -Ahora que has aceptado ser mi sumisa pequeña Melanie debes llevar un diario- sacó de la gaveta una libreta negra con unas bril...