El chip

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Habían pasado ya varias horas y ya había preparado sus cosas. En cuanto llegó a su habitación encontró dos trajes con una nota sobre cada traje. El primero era un traje completamente negro que se adaptaba a la forma del cuerpo. Se probó el traje y miró en el espejo su cuerpo. Sonrió para sí misma, pues a pesar de todo por lo que tuvo que pasar, tenía un bonito cuerpo, entonces leyó la nota:

"Este traje negro es para llevarlo durante el rescate de los jóvenes, aunque ahora sea negro, tiene un sistema de camaleón, es decir, detecta la temperatura de tu alrededor y te ayuda a camuflarte, este sistema lo activarás cuando llegues a Corea del Sur presionando el botón que se encuentra en el lado derecho del cuello del traje. Como podrás observar, lleva una capucha para tapar tu cabeza y una máscara negra para tapar tus ojos. La máscara tiene el mismo sistema, pero igualmente la capucha ayudará a disimularla. Esta máscara también tiene características especiales, pues como podrás observar, en los agujeros para los ojos se encuentran dos lentes que te ayudarán a ver por la noche así como sistema de reconocimiento de voz para poner las lentes de visión térmica. Para activarlo simplemente has de decir tu nombre y rango, en este caso: Sargento Wind, y para desactivarlo también. Además, en este conjunto también se incluye un par de zapatillas de pies de gato que también tienen el sistema camaleón".

-Es impresionante la cantidad de tecnología que hay en tan poca tela, los científicos han trabajado duro pero parezco una ninja... me gusta –dijo ella impresionada.

Se quitó el traje negro y lo guardó en la bolsa para probarse el segundo traje. Este traje era una camisa verde de camuflaje de manga larga que llegaba por encima del ombligo y unos pantalones de camuflaje verdes también.

-¿Qué cojones? Esto son bragas...voy a matar al que diseñó esto, voy a una misión no a la playa... -dijo ella cabreada mientras cogía la segunda nota de el traje.

"El siguiente traje es para llevarlo después de haber rescatado a los chicos. La camiseta verde está hecha del mismo material que los chalecos antibalas por lo que te protegerá de los disparos además de que contiene un sistema de transpiración para mantener la temperatura corporal a unos niveles normales. Los pantalones son cortos para tener mayor movilidad, no tienen nada más de especial y por último, las botas Viper Special OPS, las cuales tampoco tienen nada más de especial".

Después de guardar los trajes en la bolsa, se dirigió al almacén de armas, donde ella tenía allí su arsenal. Aquí los que estaban al cargo de preparar todo le entregaron unas Smith & Wesson del 29 personalizadas, para el fuego de corto alcance, además, también le dieron su fusil de precisión ruso Lobayev para largas distancias junto con un silenciador al que apodó su "pequeño" y finalmente un par de katanas las cuales fueron las primeras armas que aprendió a utilizar desde pequeña por lo que se convirtieron en sus segundos brazos. Como último arma, cogió unos cuchillos arrojadizos que le regalaron cuando estuvo en una base de Rusia. Los encargados le entregaron además la munición necesaria y un gancho para escalar cualquier superficie.

Guardó todo en una bolsa negra y se puso un conjunto de camuflaje oscuro con unas botas negras. Lo bueno de estos trajes es que también estaban hechos a prueba de balas, por lo que aunque pareciesen muy finos son increíblemente resistentes y te podían salvar la vida.

Salió del vestuario con todo en la bolsa y después de despedirse de sus compañeros se dirigió hacia el aeropuerto de su base donde la esperaba el Capitán General y su Secretario.

-Señor –dijo Wind saludando al Capitán General.

-Sargento –dijo él devolviendo el saludo –le deseo suerte en su misión.

-Gracias, Señor, pero no desee algo que no quiere –dicho esto se dio la vuelta y se subió en el avión que la llevaría a Corea del Sur.

C.G.: Dios mío por favor, que vaya todo bien, en cuanto vuelva prometo arreglar nuestras diferencias pero por favor Estela, cuídala.

-Ten cuidado "Wind" –dijo el secretario sarcásticamente mientras esbozaba una sonrisa de medio lado.

Alf.: En cuanto suba al avión tengo que avisar al agente encubierto que se prepare para pasar a la siguiente fase del plan para acabar con ella de una vez por todas y obtener el puesto del estúpido Capitán General.

Durante el viaje, los médicos que iban con ella le implantaron el chip en la base del cráneo con una inyección, pues el chip era microscópico. Comprobaron que no había ningún tipo de rechazo o problema y le explicaron cómo funcionaba.

-Bien Sargento Wind, el microchip que ahora mismo lleva es muy especial –comenzó a explicar uno de los médicos.

-Sí, más o menos me lo ha explicado el Capitán General –dijo ella.

-Bueno, de todas formas te lo vuelvo a explicar, el chip hará que tus habilidades físicas mejoren en un 70%, por lo tanto, viendo el resultado de algunas pruebas que te hicimos, podrás ser capaz de hacer cosas increíbles incluso puede que esquivar balas, pero eso no es muy seguro, así que evita el peligro innecesario. Por otra parte tus heridas se recuperarán bastante más rápido de lo normal, esto quiere decir que cortes, o moratones desaparecerán de tu cuerpo en cuestión de horas, las roturas de huesos será en cuestión de un día o dos como mucho, pero no las heridas de balas, así que te repito, evita el peligro innecesario, ¿de acuerdo? –preguntó el médico.

-De acuerdo –contestó ella.

Después de esta explicación ella cogió la carpeta negra que le había entregado su padre esa misma mañana y empezó a leer los documentos y a ver las fotos. 

W: Sinceramente son bastante guapos.

Durante el viaje, Wind estuvo memorizando los datos esenciales y escuchó algunas de sus canciones.

W: Guau, menudo ritmo tienen estos chicos, ahora entiendo por qué son tan famosos.

A las pocas horas llegó a la base del ejército surcoreano, esta base era enorme, más grande que la de España. Al salir del avión, un grupo de soldados se acercaron corriendo y pidieron la identificación, entregó los papeles de su identificación y entonces uno de ellos se fue a buscar al Capitán General de allí.

-Señor –saludó Wind al Capitán General.

-Sargento Wind, es un honor tenerla de nuevo en nuestra base, aunque habría sido mejor en otras circunstancias –dijo el Capitán Chul.

-Ha sido bastante tiempo sí, gracias por haber cuidado de mí –dijo Wind mientras hacía una reverencia.

-No hay necesidad de agradecer nada, era una pequeña niña cuando llegó y mírese ahora, es toda una mujer y muy hermosa y por lo que veo su coreano sigue siendo igual de perfecto que cuando se fue –dijo el Capitán con alegría.

W: Sigue igual que cuando lo vi por primera vez, su cara seria y sin expresiones aunque sus palabras siempre están llenas de sentimiento.

-Gracias señor, si no le importa, vayamos al asunto importante, ¿podría darme los datos del secuestro? –preguntó Wind.

-Claro, vamos a mi despacho -dijo el Capitán mientras dirigía sus pasos hacia su despacho. 

 

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