Nuestra guardaespaldas

Primer entrenamiento

Pasaron varios días y todo estaba tranquilo, hasta que el CEO los llamó a la agencia, pues quería hablar con los chicos.

Al llegar allí, los chicos entraron en una sala y Wind se quedó fuera cuando recibió una llamada del Capitán General Chul.

-Bien chicos, me alegro de que hayáis venido –dijo Bang PD nim mientras se sentaba en su silla –tengo que anunciaros algo importante –dijo mientras se ponía algo serio. –Como habéis podido comprobar, últimamente todo está tranquilo con respecto al tema del secuestro, la policía y el ejército están buscando a los culpables pero esto no debe hacernos bajar la guardia. Así que el Capitán General Chul del ejército de Corea del Sur me ha llamado para informarme que ahora sería un buen momento para enseñaros algunas técnicas de defensa –dijo finalmente.

-¿Y quién nos enseñaría eso? –preguntó RM.

-¿Quién creéis que es? –dijo Bang PD nim con una sonrisa mientras miraba la puerta.

En ese momento Wind entró a la sala saludando al CEO y colocándose detrás de los chicos.

-Wind será la que os enseñe –anunció él –Sólo le pido, señorita Wind, que no sea demasiado dura con ellos, los necesito en plena forma para sus conciertos –le pidió él guiñándole el ojo.

-No se preocupe señor, no seré dura con ellos –contestó ella.

Después de la noticia, todos se marcharon de nuevo a la casa, y comieron todos juntos la deliciosa comida que Jin había preparado.

-Después de comer, poneos ropa cómoda, coged una botella de agua y una toalla, vamos a empezar con vuestro entrenamiento hoy mismo –dijo Wind.

-Wind, ¿por qué tenemos que aprender eso? –preguntó Jimin.

-Bueno, si alguna vez os pasa algo y yo no estoy ahí, vosotros tendréis que saber cómo actuar –dijo Wind.

-¿Y qué nos vas a enseñar? –preguntó V curioso.

-Voy a enseñaros técnicas de defensa personal, a detectar a alguien sospechoso, y si tenemos tiempo, os enseñaré a disparar. Pero guardo también algunas cosas que serán sorpresa –dijo ella sonriendo.

-¿No crees que lo de disparar puede ser un poco peligroso? –preguntó Suga.

-Sí, lo es, pero no os preocupéis, os llevaré a una galería de tiro de confianza –los tranquilizó ella.

Todos terminaron de comer y se fueron a las habitaciones a prepararse.

Se reunieron en el salón y bajaron al gimnasio que había en la planta inferior. Los chicos se colocaron en línea y Wind se puso al frente para darles un pequeño discurso antes de empezar.

-Bien, a partir de ahora vais a empezar una etapa algo dura, pero vosotros seréis capaces de soportarlo. Sois fuertes, pero necesitáis técnica, por lo tanto, durante los próximos meses os enseñaré a defenderos –dijo Wind.

-Espera espera espera... ¿meses? ¿Tanto vamos a estar con esto? –dijo Jin.

-Sí, meses, así que cuanto antes empecemos antes acabaremos –aconsejó ella –Venga, vamos a calentar, Jimin, Suga, RM y V a las cintas de correr, los demás a las bicis, no paréis hasta que yo os diga.

Todos obedecieron y se pusieron a calentar, así estuvieron durante 20 minutos mientras Wind preparaba un circuito de ejercicios con pesas, comba, step, saco de boxeo y flexiones junto con abdominales y sentadillas. Al terminar todos eligieron un ejercicio y estuvieron así durante dos minutos, descanso y cambio de ejercicio. Todos estaban concentrados, respiraciones agotadas y palabras de ánimo junto con la música era lo único que se escuchaba. Finalmente, tras hora y media de trabajo duro, el entrenamiento de ese día llegó a su fin.

-Bien chicos, suficiente por hoy, vamos a estirar bien para evitar lesiones y ya os podéis marchar –anunció ella.

Todos soltaron un gran suspiro de alivio y siguieron las indicaciones que Wind les iba dando para estirar bien.

-Wind, ¿esto lo hacías en el ejército? –preguntó Jungkook.

-Jajaja para nada, este entrenamiento es mucho más fácil, allí no había descansos ni ejercicios tan fáciles –contestó ella.

-¡¿Fácil?! –exclamó RM mientras se tiraba al suelo agotado.

-Sí, esto es muy fácil, además, dad gracias a que estáis en buena forma física, si no ahora mismo estarías mucho peor –dijo ella –Bien, buen trabajo chicos, podéis iros.

Todos recogieron sus cosas y se marcharon de allí excepto Jimin.

-Jimin, tú también te puedes marchar –dijo ella al verlo allí.

-Oh no, te ayudaré a recoger mientras que Hobi se ducha, los dos compartimos habitación así que aprovecho y te ayudo –dijo él.

-Bueno, pues muchas gracias –dijo ella.

Ambos empezaron a recoger las cosas en silencio, hasta que Jimin preguntó.

-Oye, ¿por qué no dejaste el ejército cuando fuiste mayor de edad?

-Porque cuando quise darme cuenta, mis compañeros se había convertido en mi familia y no quería abandonarlos.

-¿Y cuándo nos enseñarás algunos golpes y esas cosas tan impresionantes que hiciste durante nuestro rescate? –volvió a preguntar mientras movía sus manos como un karateca.

-Jaja todo a su tiempo, no puedo enseñaros a golpear si no conocéis al 100% vuestro cuerpo –contestó ella.

Cuando terminaron de recoger todo, Wind sacó un cuaderno y comenzó a apuntar los nombres de ellos y los datos que había recogido sobre ellos durante el entrenamiento. Jimin, curioso, se acercó y miró lo que ella escribía.

-¿Para qué es eso?

-Es un diario para evaluar vuestra evolución durante este mes –contestó ella.

-¿Y cómo voy yo? –preguntó de nuevo impaciente.

-Bueno, para ser el primer día no está nada mal pe...

-Genial, voy a ser más fuerte que Kookie –dijo él entusiasmado.

-Bueno, yo no cantaría victoria tan pronto, hoy él ha obtenido mejores puntos que tú, pero no te tomes esto como una competición para ver quién es el mejor, esto es algo serio, esto me va a ayudar a mí a ayudaros a protegeros –dijo ella seriamente.

-Tienes razón el próximo día me esforzaré más –dijo él con una gran sonrisa.

-Me alegra oír eso. Gracias por ayudarme, ya puedes irte si quieres –dijo ella sonriendo también.

-Sabes...deberías sonreír más a menudo –dijo él antes de irse.

Ante esto, Wind se puso colorada, pero no podía distraerse, así que siguió apuntando los datos obtenidos del primer día de entrenamiento.

Varias semanas después, los chicos habían mejorado muchísimo con el entrenamiento diario, y aunque Wind aumentase la dificultad gradualmente, los chicos seguían consiguiendo resultados excelentes.