Epílogo

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*********************************6 MESES MÁS TARDE*******************************

Hoy era el gran día. Hoy por fin uniría su vida a la del hombre al que ama con todo su corazón y comenzaría su historia. Estaba terminando de maquillarse con la ayuda de la hermana de J-Hope y con la de Namjoon.

-Creo que ya casi está –dijo Jiwoo sonriendo –te ves preciosa –comentó.

-Gracias –contesto sonriendo –por cierto, ¿cómo va lo tuyo con Héctor?

-La verdad es que a veces es un poco difícil, ya sabes, la distancia por los tours de los chicos y tal. Pero confiamos el uno en el otro y cuando nos reencontramos es maravilloso –confesó ella con la mente en las nubes.

Aquel comentario la hizo reír y se alegró que todo fuese bien entre ellos. Terminaron de prepararse y la ayudaron a ponerse el vestido blanco. Eligió uno con vuelo y un precioso escote que resaltaba sus curvas. Terminó de ponérselo y entonces llamaron a la puerta.

La hermana de Namjoon se asomó y dejó entrar al Capitán Diego, las dos se despidieron de Wind y los dejaron a solas.

-¡Papá! Estás guapísimo –dijo ella observando a su padre con el traje militar.

-No tanto como tú, princesa mía –contestó él con lágrimas en los ojos –Parece que fue ayer cuando te sostuve por primera vez en mis brazos, eras tan pequeñita y tranquila. No puedo creer en la gran mujer en que te has convertido.

-Papá por favor que no puedo llorar o las chicas me matarán –comentó ella abanicándose con las manos.

-Eres igualita a tu madre el día de nuestra boda –dijo él con una sonrisa triste.

Una lágrima resbaló por la mejilla de Wind y su padre la estrechó entre sus brazos.

-Sé que está muy orgullosa de ti cariño –añadió mientras depositaba un beso en su cabeza.

La hermana de Namjoon entró de nuevo a la habitación, era la hora pues los invitados esperaban en el salón de bodas con el juez y el novio.

-Wind, es la hora –avisó ella –debemos marchar ya si no queremos que Namjoon se suba por las paredes –dijo ella señalando su teléfono. Al parecer Suga y ella hablaban para mantener todo en orden y el novio estaba cada vez más nervioso.

Wind asintió y cogió del brazo a su padre –Es la hora papá –dijo ella mostrando una sonrisa deslumbrante.

Su padre, las dos hermanas y ella marcharon. Habían alquilado un coche espacioso parecido a una limusina. Lo adornaron con flores y cintas de colores junto con una pintada en el cristal trasero que ponía "Recién casados". Ella subió a la parte trasera junto con sus damas de honor y su padre al lado del conductor, Héctor, que se veía realmente feliz por ella.

Tras unos minutos conduciendo, llegaron por fin al edificio y bajaron todos del coche. Mientras subían por el ascensor hasta el último piso, Wind respiró profundamente, estaba realmente nerviosa y quería que todo saliera perfecto, su padre, al verla a punto de ser atacada por los nervios, recogió su rostro entre sus manos y la miró a los ojos.

-Todo saldrá bien, y si ese tipo se atreve a decir que no, le cortaré las pelotas –bromeó su padre.

-¡PAPÁ! –se quejó ella enfadada.

Su padre rio y realizó un gesto de rendición con sus manos –sabes que bromeo, era para que te tranquilizases. ¿Preparada?

Ella puso los ojos en blanco y rio -Preparada y lista mi Capitán –contestó haciendo el saludo militar. El grupo avanzó por el pasillo hasta llegar a la puerta, donde esperaban Daniel y Héctor. Las dos hermanas se pusieron una al lado de cada uno, sorprendiendo a Wind al ver que la hermana de RM cogía del brazo a Daniel y sonreía.

Nuestra guardaespaldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora