Al día siguiente se levantó algo tarde, pues aprovechó que los chicos tenían el día libre para descansar. Miró el reloj de su mesita y éste señalaba las 10:30. Se levantó, se duchó y se cambió para bajar, la herida de su pie estaba curada del todo así que no le molestaba, bajó las escaleras y allí estaban algunos desayunando en la cocina.
-¿Dónde están los demás? –preguntó ella desde la puerta.
-Durmiendo –contestó V.
-Si alguien necesita ir a algún lugar, que me avise, estaré en el despacho.
-De acuerdo –dijo V.
Ella asintió con la cabeza y fue al despacho del CEO, pues allí había instalado todo el material que necesitaba para la investigación. Era un despacho bastante amplio, con las paredes blancas que le daban un toque luminoso. La mesa de cristal estaba colocada de manera que si te sentabas en la silla, pudieras observar lo que ocurría fuera a través de la ventana y también te daba fácil acceso a la pizarra blanca que estaba colgada en la pared izquierda. Un sofá negro largo y varias butacas terminaban de llenar el espacio.
Se sentó en la silla, abrió su portátil y comenzó a buscar pistas sobre quién era aquel Z-33, dónde se encontraba la base en la que hacían esto y alguna otra cosa de utilidad para acabar con todo eso cuanto antes. Así estuvo durante horas hasta que alguien tocó la puerta del despacho.
-Adelante.
Por la puerta aparecieron los chicos y se sentaron en el sofá y las butacas. Ella seguía inmersa en la pantalla del ordenador hasta que tosieron para llamar su atención.
-¿Qué ocurre? –preguntó ella algo preocupada al verlos tan serios.
-Wind...nosotros sabemos que lo que ocurrió anoche fue muy doloroso para ti, pero no estás sola –comenzó a hablar RM.
-Así que queríamos hacerte saber que no sólo estás aquí como nuestra guardaespaldas, te has convertido en parte de nuestra familia –continuó Jimin.
-Y eso quiere decir que puedes contar con nosotros para desahogarte, nosotros también podemos ayudarte y no es necesario que guardes el dolor para ti sola –terminó Suga.
Wind, al escuchar todo eso se sintió abrumada, una mezcla de sentimientos la golpeó y no pudo evitar derrumbarse ante ellos. Nunca tuvo a alguien con quien contar, aparte de él. Y el volver a sentir esa calidez, ese sentimiento de que alguien la escucharía, de que alguien más se preocupaba por ella la hizo llorar.
Wind bajó su cabeza para intentar ocultar su llanto de ellos, apretó los puños vendados sobre sus piernas y se desahogó por todo el dolor que la carcomía por dentro. Los chicos se levantaron y le dieron un abrazo grupal para consolarla. Varios minutos después, ella ya había parado de llorar y observó a los chicos.
-No sé cómo agradeceros todo esto, de verdad no tenéis por qué hacer esto. Tenéis un gran corazón –dijo ella sonriendo mientras se secaba las lágrimas.
Los chicos sonrieron alegres al ver que sus palabras habían surgido efecto y salieron del despacho para dejar que Wind trabajase tranquilamente. Durante el resto del día, los chicos estuvieron tranquilamente en la casa haciendo sus cosas hasta la hora de cenar que todos se reunieron de nuevo.
-Wind, tenemos una sorpresa para ti –dijo V.
-¿Una sorpresa? No teníais por qué –dijo ella.
-Igualmente queríamos prepararte algo especial para que te olvides de todo el trabajo durante un tiempo –dijo RM.
-Chicos, de verdad...
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Nuestra guardaespaldas
FanfictionSu nombre es secreto, pero puedes llamarla Wind. Su pasado es muy doloroso, pero su futuro cambiará desde el momento en que rescate a estos 7 chicos tan especiales. Una trama llena de acción, sorpresas y mucho más. Te invito a leer mi historia. Espe...