Nuestra guardaespaldas

Tiempo

Se levantó del suelo y cogió el botiquín. Cuando llegó al baño se quitó los pantalones y empezó a curarse. Por suerte la bala sólo la rozó así que bastaría con una venda y limpiar la herida no necesitaría puntos. Luego pasó a la herida de la cabeza, con el pelo se le dificultó el trabajo pero consiguió hacer que dejara de sangrar. Se miró al espejo para comprobar que todo estuviera bien y se lavó la cara llena de tierra y la sangre seca de su boca.

Mientras tanto, en el salón, las familias hablaban entre ellas alteradas por lo sucedido.

-¿Cómo nos han encontrado? –preguntó la madre de J-Hope.

-Esto no se va a terminar nunca –lloró la madre de V.

-¿Qué le ha pasado a Wind? –preguntó el padre de Jimin.

Los chicos observaban todo mientras veían bajar a Namjoon y a Daniel cabreados por la escalera cada uno con un golpe en el rostro.

-¿Y a vosotros qué os ha pasado? –preguntó el hermano de Suga.

-Nada –respondieron los dos a la vez.

Cuando se sentaron todos en el salón, todos agasajaron a Daniel con preguntas, pero él se encontraba ausente.

Al mismo tiempo, en el garaje, el Capitán Diego y Héctor ataban y amordazaban al soldado atrapado por ellos mientras esperaban a que despertase.

-Gracias por traerla, pero ¿cómo sabíais dónde estaba ella? –preguntó Diego con intriga.

-Cuando nos levantamos, Daniel vio cómo Wind salía a correr hacia el bosque temprano, así que decidimos prepararnos para seguirla y acompañarla y así de paso hacíamos un chequeo de todo para ver que todo estuviera bien. Cuando estábamos cerca de ella, empezamos a escuchar disparos y varias voces de hombres y nos dimos cuenta que ella estaba peleando contra esos tipos norcoreanos. Daniel quiso meterse enseguida a la pelea, pero no llevábamos armas, por suerte vimos un par de ellas tiradas en el suelo no muy lejos, y la ayudamos.

-Muchas gracias chicos, de verdad –agradeció el Capitán Diego.

-Señor, hay algo más –dijo Héctor.

-¿Qué ocurre? –preguntó Diego.

-Esos soldados no venían a por los chicos, venían a por su hija señor –contestó Héctor.

-¡¿Cómo?! –se sorprendió el Capitán Diego.

-Sí señor, al llegar allí, escuchamos al tipo este –señaló al tipo inconsciente –decir que su jefe la quería viva.

-¿Quién es su jefe Héctor? –preguntó el Capitán Diego.

-Creo que será mejor que lo hable con todos, señor. Yo me quedaré aquí a vigilar al tipo, cuando se despierte le avisaré de inmediato.

El Capitán Diego suspiró profundamente y después de comprobar que el tipo estaba desarmado y bien atado, salió de allí. Al llegar al salón, todos estaban reunidos, excepto su hija.

-¿Cómo está Wind? –fue lo primero que preguntó el Capitán a Daniel.

-Estoy bien –contestó ella bajando las escaleras con dificultad.

Daniel y Namjoon se levantaron para ayudarla pero ella los rechazó, ya hablaría con ellos más tarde por lo sucedido, ahora había cosas más importantes.

-¿Qué ha pasado ahí fuera? –preguntó Héctor.

-Cuando salí a correr, escuché las voces de varios hombres que se acercaban caminando. Me resultó extraño ya que supuestamente íbamos a estar nosotros solos y cuando fui a comprobar, me topé con soldados de Corea del Norte que me buscaban a mí.