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Había un tiempo en el cual Tweek y Craig eran muy unidos, inseparables, nunca se abandonaban en los peores momentos, sus amigos siempre los apoyaron en su relación amorosa, y siempre se sintieron cómodos el uno con el otro sin importar los defectos.

Hasta que:

Tweek caminaba por los pasillos de la escuela con su termo de café en las manos, mientras que unos temblores le invadían como ya le era costumbre, pero justo en el salón donde le tocaba tomar la primer clase, le esperaba Craig con una carta, ese no era su estilo y quizá había echo mal en escribirla por consejo de las asiáticas, pero eso poco le importaba ahora.

En el camino del rubio se interpuso una chica de suéter rojo y cabello rubio y ondulado que caía hasta su espalda baja, miró a Tweek por unos instantes para luego dedicarle una confesión.

-Tweek...me has gustado hace un tiempo...y....honestamente... No me gusta que estés con Craig... Se que el ha probado tus labios....pero a mi no me has dado la oportunidad de probarlos y te  entregare los míos ahora...-dicho eso lo besó, pero estaban afuera del salón y Craig al darse cuenta que su rubio no llegaba, se preocupó.

Decidió salir a buscar a su rubio cafeína y apenas ecjonun vistazo afuera, vio la peor escena que pudo ver ese día, justo el día de su aniversario...Se resistió a apartarlos, pero se opuso a verlos juntos, solo se dio vuelta y cerro la puerta del salón, destrozó la carta y la tiro en la basura.

Tweek recuerda la mirada de Craig en esos momentos, recuerda el remordimiento que sintió desde ese momento a pesar de que no fuera su culpa, pero lo que mas recuerda, es la mirada suplicante de que se separaran, la mirada que nunca pensó ver en los ojos del azabache... Una mirada suplicante.

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En esos momentos abrió sus ojos, encontrándose con la carnicería de pesadilla que le destrozaba la mente, ese recuerdo dio paso a más, dio paso a todos los peores momentos que lo llevaron a la situación actual, una en la cual ya no rogaba por su vida, una en la cual deseaba y añoraba lo mejor para Tricia, deseaba que ella estuviera viva y también que Craig lograra encontrar algo mejor que el, que lo olvidara y dejara de sufrir por el, algo le decía que no podría volver a verle.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la repentina entrada de Pete al cuarto, traía un botiquín, hasta después de unos minutos el rubio recordó la herida de su pierna, pero ya no la sentía, su piel era más pálida y al ver toda la sangre que había salido de su herida, casi le da un ataque, quería gritar pero la voz no le salía, sus cuerdas vocales estaban destrozadas por los gritos que había dado horas atrás.

-Mi rubio, al parecer tus padres ya te buscan -hablo de tono frío y cariñosamente enfermo mostrando una foto de el con datos y una dirección -Eso no es muy bueno para nosotros -habló mirándole con una tristeza fingida.

-n-no....e...e...e-exi...ste...un...n-no...s-sotros...-hablo de poca fuerza el rubio, ese no era el chico que lo había cuidado días atrás, esta persona era diferente y mucho mas, Tweek ya no sabia si en esta vida volvería a confiar en alguien fuera de Craig, Kyle y Wendy, era algo confuso, su mente se deterioraba, y cada vez añoraba mas su muerte, ya no quería vivir sabiendo el mundo en el que se encontraba, un mundo morboso, retorcido y lleno de amargura y sufrimiento, su mirada se apagaba perdiendo el poco brillo que le quedaba.

Todo ese tiempo en el cual Tweek poco a poco perdía la fe en la humanidad, todo ese tiempo en el cual su vida y sus acciones eran mal vistas por la mayoría de las personas, todo ese tiempo que paso resistiendo la vida y sus golpes...por una persona...Craig...pero ahora su vida se drenaba junto con la sangre que fluía de su herida, ahora que la persona que amaba estaba en el hospital, debía ser fuerte por el, resistir por el, vivir junto a el.

Odio VS Amor [Creek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora