Bizzle Gang » +18

11. Una nueva integrante

Estado: California, Malibú. Hora: 09:00 a.m
20 de Enero, 2014.

Kylie.

Luego de unos veinte minutos finalmente logro salir de la cama al pesar del intenso dolor en mi entrepierna, camino hasta el baño y me doy una ducha como tiene que ser, tomo un suéter que Bizzle ha dejado a propósito en uno de los sofá de su baño y me lo coloco junto con unas bragas totalmente nuevas de la marca Victoria's Secret. Probablemente calculó el tamaño de mis caderas y por eso me las ha obsequiado justo de mi talla.

Me miro al espejo y noto mis mejillas levemente sonrojadas, mis labios un poco hinchados y extrañamente me gusta cómo luzco. A parte que mis labios siempre han sido un gran complejo en mi, desde que era pequeña y ahora al saber que viviré aquí rodeada de chicas con los labios más increíbles que veré en mi vida, yo tampoco me quiero quedar atrás.

Alzo mi cabello en una coleta y me dirijo hasta la puerta de la habitación, se qué probablemente lo que estoy por hacer no funcionará pero trato de abrir la puerta y me sorprende cuando esta misma hace el sonido de "click" y se abre, miro sigilosa ambos lados del pasillo y no hay nadie, salgo de la habitación —no sin antes cerrar la puerta— para comenzar mi inspección más de cerca y siento mucha tranquilidad al darme cuenta de que no hay ningún matón por ahí afuera.

Bajo las grandes escaleras y al llegar a la cocina del lugar me quedo impactada, esta cocina podría ser del tamaño de mi casa.

Llamo la atención de dos señoras con ropa de chef quiénes muy amablemente me sonríen y me dan la bienvenida, preguntan que me apetece de desayunar y les digo que con solo un poco de cereal y jugo estaría más que bien. Miro cada detalle muy atenta y me sorprende que casi la mayoría de cosas tienen un baño en oro, en verdad que a este chico el encanta desperdiciar su dinero, sigo con mi visualización cuando de repente una voz femenina irrumpe en la cocina.

—¡Buenos días, Chantel! —saluda una de la señoras.

—¡Buen día, nanita! —ella responde de regreso y se sienta a mi lado—. Y a ti más que buenos días, al parecer...

Vacila y siento mis mejillas arder.

—¡Dios mío! ¿Por qué dices eso? —pregunto nerviosa.

—Por favor linda, no trates de engañarme. No por nada nos dimos cuenta con los ruidos que hacían, qué parecieron conejos toda la noche —apunta y toma una revista Vogue que estaba frente a ella mientras la ojea, yo por otro lado abro unos ojos cómo platos y me sorprende aún más la tranquilidad de su parte.

—Me ha dado dinero...

—Un momento —suelta la revista dramáticamente—. ¿¡Qué Bizzle, ha hecho qué!?.

—Me ha dado 40.000 —digo sincera y ella cubre su boca con ambas manos para posteriormente explotar de emoción mientras grita y me abraza.

—¡OH POR DIOS! TAN SOLO UNA JODIDA NOCHE Y MIRA LO QUE TE DIÓ —grita mientras me abraza y yo carcajeo—. ¿PERO QUE COJONES LE HAS HECHO A ESE HOMBRE, KYLIE BEADLES?.

Pregunta y yo continúo riendo.

—Tan solo lo mantuve contento toda la noche, en cuatro rondas.

—¡Madre mía! Pero, ¿que haces aún aquí?.

—Esa es la parte que aún no te cuento —comienzo y ella me observa confundida—. Verás, creo que me gustaría quedarme un tiempo en su pandilla.

Chantel hace una mueca y niega con su cabeza.

—Ah no, nada de eso —comienza a decir—. Tú no puedes quedarte en esta mierda. Una vez que entras no dejas de hundirte, lo digo por experiencia propia y yo no permitiré eso.