Advertencia: Este capítulo contiene violencia, se recomienda discreción al lector.
Estado: California, Malibú. Hora: 2:50 a.m 24 de Septiembre, 2014.
Omniscient.
En el centro de la ciudad se encontraban reunidos los mejores mafiosos del continente Americano, habían decidido dar una oportunidad a los mafiosos del continente Europeo y que mejor que una fiesta para aclarar ciertos puntos del tratado que estaban dispuestos a firmar para tener todo en paz. Justin bebió un último caballito de tequila y posteriormente se puso en pie mientras tomaba a las dos prostitutas que tenía sobre su regazo para conducirlas hasta una de las habitaciones del club. Para ese punto se encontraba eufórico, cabreado por completo, ya que tenía claro que dicho tratado sería en conjunto con su mayor enemigo, pero al menos de esa manera lograría deshacerse de él.
—¡Bizzle! —gimoteó la rubia en cuanto él la embistió duro y sin piedad alguna, mientras que le comía el coño a la pelirroja.
—Eso es pequeñas zorras, justo así —gruñó el castaño mientras proseguía con su labor. No pasó mucho tiempo cuando él se vació por completo dentro del preservativo, salió bruscamente de la rubia y se la quitó de encima, mientras se colocaba la ropa; Ambar (la pelirroja) comenzó a quejarse ya que él no la había follado.
Justin relamió sus labios para tratar de controlarse ante el impulso de querer introducir una balas en su cabeza y optó por burlarse antes de salir—. Nada que no se pueda arreglar.
Vaciló mientras se acercaba peligrosamente a la chica quién inmediatamente abrió las piernas en su espera, pero quedó totalmente confundida al ver cómo él tomaba un fajo de billetes mientras lo dejaba a su lado.
—Deberían poner más empeño en su trabajo; ¿saben?. Al parecer en estos tiempos no les enseñan a complacer bien y esos chillidos tan molestos de perras en celo, apestan.
Carcajeó y por último salió de la habitación, recorrió un poco el lugar no sin antes echar un vistazo a la zona VIP que había apartado para el gang, no era tan lujosa cómo las de sus clubes pero al menos lucía cómoda mientras se tenían que estar rodeado de tanto hipócrita. El club Avalon resulta ser mayormente conocido cómo él lugar donde se reúnen mafiosos de todas partes, algo así cómo internacional.
En el mismo se llevan acabo los tratados entre cárteles y demás, los que normalmente resultaban salir bastante bien. Al llegar a casa Bizzle subió hasta su habitación, al entrar lo primero que vió fue la silueta de Kylie descansando sobre su cama, cuanta paz le podía dar esta chica con solo verla, ni tan siquiera el hecho de haber follado le pudo quitar la euforia que sentía al saber que se vería cara a cara con Lombardi una vez más.
Tan solo se trataba de llegar a casa y verla a ella dormir de una manera tan serena la cuál le brindaba paz, Justin se deshizo de su ropa quedando únicamente en bóxers y se metió bajo el edredón, ppasó sus brazos por la cintura desnuda de ella y hundió su rostro en su cabello para minutos después caer en un profundo sueño.
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