Bizzle Gang » +18

27. Feliz cumpleaños Kylie » Parte 1

Estado: California, Malibú. Hora: 8:30 a.m
10 de Agosto, 2014.

Omniscient.

Finalmente el gran día de Kylie había llegado, dieciocho años atrás una bebé vino al mundo al ser las 5:48 a.m de la mañana del 10 de Agosto y estuvo lloriqueando en los brazos de su madre por mucho tiempo. La versión actual de aquella bebé seguía durmiendo amena en su gran y espaciosa cama, sabiendo a la perfección que le esperaba un gran día.

—¡Feliz cumpleaños a ti...! —las chicas corearon al unísono mientras entraban en la habitación con un pequeño pastel lleno de dieciocho velas, un par de globos y muchos obsequios para la menor de los Beadles. La pelinegra que aún dormía se removió al escuchar el canto, comenzó a incorporarse algo perezosa y refregó sus ojos para ver mejor la situación.

Kylie se cubrió la boca con su mano derecha al ver la preciosa sorpresa que le tenían sus amigas y hermana. Al acabar de cantar colocaron el pastel en la cama para que ella soplara las velas.

—Te amo, ¡feliz cumpleaños! —susurró Caitlin al oído de su hermana en cuanto la abrazó, le tendió una bolsa de la marca Prada, y dentro de ella la pelinegra se encontró con un pequeño bolso de mano totalmente precioso—. Aún no sale a la venta.

Le informó Caitlin y todas carcajearon, normalmente las chicas del gang eran las primeras en recibir las nuevas colecciones de las marcas de lujo.

—¡Mi pequeña zorra! —chilló Nicole en cuanto se abrazó a su mejor amiga—. ¡Feliz cumpleaños, te amo!

A Kylie se le humedecieron los ojos al abrazar a su mejor amiga, era lo que más feliz la hacía, tenerla allí a su lado en todo momento. Una por una fueron saludando a la festejada y finalmente la acompañaron mientras ella abría todos los exuberantes obsequios.
Un par de minutos después el celular de Chantel vibró en su bolsillo trasero, al ver la nueva notificación y de quién se trataba abrió su boca para decir algo pero fue interrumpida por Kylie.

—¿Y Justin? ¿Alguna lo ha visto? —preguntó algo confundida, la noche anterior había estado en su habitación y en cuanto ella despertó pudo notar el vacío a su lado.

—De hecho... —Chantel observó de manera cómplice a las demás—. Hay alguien en la primera planta que quiere verte.

A la pelinegra se le iluminaron los ojos y no tardó en ponerse en pie, tomó su delicada bata de seda y salió de la habitación no sin antes colocarse las pantuflas, las chicas la siguieron de cerca. Kylie logró distinguir a su chico al final de las escaleras entre los demás chicos de la pandilla, también notó que él sostenía dos globos, uno con la forma del número uno y el otro con la forma del ocho, ambos en color dorado. Y en su mano izquierda sostenía un ramo de rosas blancas.

Kylie sintió su corazón derretirse ante el gesto tan dulce de su parte, los nervios comenzaron a comerle viva al imaginarse el regalo de su parte, ¿y si le pedía noviazgo?. Ya tenían casi ocho meses de estar juntos y aunque nunca hubiesen salido en una cita parecían una pareja. En cuanto ella bajó el último peldaño; él primero en saludarle fue su hermano, el castaño le dió beso en su frente y finalmente la abrazó, Christian no podía creer que su hermana menor estuviese cumpliendo dieciocho años, parecía que fue ayer la primera vez que vió a ese pequeño bultito en los brazos de su madre.

Luego de que todos los presentes la saludaran, ella se acercó algo tímida hasta donde se encontraba Bizzle con sus brazos abiertos, Kylie no dudó en acortar la distancia y él la estrechó entre su brazos.

—Felices dieciocho, nena —murmuró sólo para ella, Kylie estiró sus labios para sembrar un beso en la mandíbula de él y aunque para Justin aquella muestra de afecto fuese demasiado incómoda frente a sus amigos; él no dudo en desviar sus labios para capturar los de ella en un beso lento y suave. Desde luego que su pandilla solían verlo con todo tipo de mujeres, también tenían claro que tan solo las quería para follar y ya, pero con la pelinegra se sabía de antemano que era todo lo contrario, y eso tenía más que sorprendidos a todos.