Bizzle Gang » +18

14. También me pesan otras cosas

Estado: California, Malibú. Hora: 05:30 a.m
21 de Enero, 2014.

Bizzle.

El sol comienza a salir y con él se asoma el arduo día de trabajo que tengo encima. Lastimosamente no pude relajarme en lo absoluto con Ashley, me hizo la peor mamada de la vida y ni hablar de sus chillidos cómo perra en celo.

Me levanto del sofá y recojo las colillas de cigarro que fumé hace una horas, las echo en el basurero y decido tomar una ducha antes de hacer unas llamadas importante. El estrés que he acumulado en los últimos días necesita de tratamiento profesional y definitivamente necesito tomarme un día de descanso, pero justo ahora no puedo, con la aparición de Lombardi en la ciudad lo último que puedo es estar tranquilo, irónicamente hablando.

Los anillos de seguridad serán triplicados y con los ingresos de la mercadería no debo de preocuparme tanto a excepción de la venta al norte del país, por eso envié a Christian y a Ryan, ya que Caitlin sola no puede con todo lo que está por venir.
Al salir de la ducha me coloco una bata de Versace y camino de regreso a la habitación donde se encuentra Khalil hablando por teléfono.

—Mi jefe acaba de llegar, ahora mismo se lo comunico y recuerde —pausa mi amigo—. No está hablando con cualquier persona.

Me pasa el celular y me indica que es el mejor cirujano plástico del país.

—Doctor Diamond, un placer hablar con usted —digo en cuanto pego el aparato a mi oído—. Soy Bizzle y no voy a merodear mucho con el favor que necesito de su parte.

Me siento en la cama, apoyo el celular entre mi hombro y mi oreja y tomo un cigarrillo el cuál enciendo sin dificultad alguna.

—Una de mis chicas desea realizarse cirugía estética, y se la estaré enviando en el Viernes por la noche.

—Disculpe Señor Bizzle, pero ese día tengo una cirugía programada y no pue...

—Verá usted, no me interesa, tendrá que reprogramar la cita de su paciente para otra ocasión. El nombre de mi chica es Kylie Kristen Beadles, ella estará encantada de conocerlo.

Respondo y sin más cuelgo.

—¿Tienes la información de su familia y donde viven? —me dirijo a Khalil quién asiente, en todo esto hay que estar preparado y a cómo este Doctor no complazca los deseos de Kylie será eliminado del mapa.
Me acerco a la mesita de noche que adorna uno de los lados de mi cama y saco una bolsa con polvo blanco, mi favorito.
Vacío un poco de él y hago tres líneas con mi tarjeta de crédito, saco un billete de cien, lo hago un rollo e inhalo todo.

Camino de regreso a mi armario y opto vestir unos jeans de la marca Givenchy y una camisa de la marca Gucci. Lo más humilde posible.
Es imposible que yo me vea mal, quiero decir, en verdad siempre luzco genial.

El día de hoy iré al almacén central para ver cómo va la producción, más tarde tengo que cobrar ciertas deudas y probablemente esté en casa sobre de las 20 horas. Al salir de la habitación me topo con Chantel quién me da un abrazo y besa mi mejilla para posteriormente seguir con su camino, sin esa chica la pandilla estaría perdida, es una maestra a la hora de negociar, casi como yo pero no tan buena.

Antes de bajar decido pasar a la habitación de Kylie para decirle acerca de su viaje a Beverly Hills para su cirugía, ingreso la fecha de mi nacimiento en el dispositivo de su puerta y esta se abre.
En cuanto entro ese inconfundible olor a vainilla con un toque de rosas inunda mis fosas nasales, cierro la puerta detrás de mi y la obscuridad en su habitación se hace presente nuevamente a excepción de la tenue luz que brinda su lámpara, tomo el control que abre las cortinas y oprimo el botón para abrirlas y que así le entre un buen rayo de sol.