03. Ellos le llaman Bizzle...

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Estado: California, Malibú. Hora: 22:15 p.m
13 de Diciembre, 2013.

Kylie.

Observo algo aburrida el ambiente que me rodea y decido ir por un refresco al bar que posee la casa, el bar tender se ha vuelto mi mejor amigo en la fiesta ya que mi mejor amiga se dedicó a desaparecer durante las próximas horas desde que ingresamos a la casa.

—Hey ¿ahora si aceptarás una margarita?. Te prometo que son mi especialidad —insiste el rubio de ojos celestes y acepto rendida—. ¿Eres nueva por estos lados? He visto que has estado sola la mayoría de la noche sino fuera por la loca que viene cada 15 minutos para jalonearte a la pista.

Bromea y yo suelto una carcajada.

—Esa "loca" es mi mejor amiga, no te metas con ella si no quieres conocerme realmente —digo empujando levemente su frente con mi dedo indice y ambos reímos—. En realidad estoy por ingresar a la Universidad el siguiente año.

El asiente y yo levanto la vista a la zona "vip" del lugar y el mismo castaño de la entrada lleva horas allí observándome, y se que lo hace porqué lo he atrapado un sin fin de ocaciones.

—Ugh te juro que no soporto al tipo que está allá arriba, no deja de observarme ¿que se cree? —digo irritada mientras bebo un sorbo de la margarita que recién me tendió Sean. El chico traga en seco y dirige la mirada al lugar que le mencioné.

—¿Cuál chico?

—El castaño prepotente y egocéntrico de allá —señalo con la vista tratando de verme disimulada y justamente el chico se encuentra hablando con una rubia mientras la acerca a él tomándola por la  cintura—. ¿Y?

Pregunto a mi nuevo amigo quién parece mirar asustado hacia la zona vip.

—¿Qué no sabes quién es él? —pregunta mientras limpia un vaso, observo determinadamente la perfecta fila de vasos que tiene frente a él y como todos brillan, es bueno en su trabajo.

—Pff no, ¿se supone que deba? —carcajeo y el abre sus ojos cómo platos.

—Él es propietario de la casa, mejor dicho de las casas de fraternidad y de la Universidad entera —susurra cerca mío para que no lo escuchen. Elevo una de mis cejas y vuelvo a reír.

—Qué cosas dices, está más que claro que solo es un estudiante mimado de la Universidad que tiene un asco de calificaciones y juega el papel de chico malo —apunto obvia y Sean niega con la cabeza.

—Es de todo menos eso, es el mismísimo demonio —dice y yo rodeo los ojos, elevo mi vista nuevamente y lo observo, la rubia con la que hablaba hace un rato está sentada en su regazo mientras devora su cuello, ante la obscuridad es un poco difícil que el sepa que lo estoy viendo pero de alguna extraña manera siento que su mirada está clavada en la mía, por lo tanto deseo evadirla.

—Eso es lo más tonto que he escuchado.

—En serio Kylie, no bromeo, deberías tenerle miedo y respeto.

—¡Qué gracioso eres Sean! —golpeo su hombro de forma amigable y el me dedica una mirada cargada de sinceridad—. Bien, de acuerdo, tu ganas. ¿Cómo se llama su alteza?.

Me pongo en pie y hago una reverencia con dirección al castaño y me suelto a reír.

—Ellos le llaman Bizzle... —contesta y por poco me ahogo con el líquido que contenía en mi boca.

—¡Es el apodo más ridículo que he escuchado! —medio grito y Sean me dedica una mala mirada—. Quiero decir, no es cómo si fuera alguien peligroso para tener su propio sobrenombre.

Bizzle Gang » +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora