Bizzle Gang » +18

18. Boom

Estado: California, Malibú. Hora: 03:42 p.m
02 de Marzo, 2014.

Omniscient.

La madrugada en California, Malibú se había tornado algo caliente y que mejor que Bizzle y Kylie, los protagonistas de aquel aumento considerable de temperatura lo confirmaran. Al acabar con la tradición de la pandilla cada uno regresó a la mansión a excepción de los jóvenes que viajaban en el costoso Ferrari.
Se habían detenido en medio de la nada para saciar el deseo carnal que tenían el uno por el otro, Bizzle no tardó mucho excitarse, ya ella lo traía mal para variar. Pero lastimosamente sus planes cambiaron gracias a una llamada inesperada que ingresó al celular de Justin, justo cuando Kylie le daba una mamada.

—No mierda, ahora no —gruñó el castaño a la vez que jadeaba ante el placer tan grande que ella le proporcionaba—. ¿Qué pasa?.

Respondió de mala gana, desvió su mirada a la parte baja del auto donde estaba Kylie de cuclillas y por poco deja escapar un gemido.

—Tienes que llegar a casa ahora, hombre —la inconfundible voz de Za provocó que sintiera un enojo gigante ya que él siempre le interrumpía en momentos importantes—. Es Giacomo, ha vuelto y se ha aliado con Lombardi.

Y justo en ese momento Bizzle sintió una explosión de emociones juntas. Éxtasis —gracias al orgasmo tan espectacular que ella le había proporcionado—, enojo y asco hacia la traición.

—En diez minutos estoy en casa. Ubíquenlo en el mapa —Bizzle cortó la llamada y gimió de una manera gutural, acarició la cabellera de Kylie y le indicó que se levantara. Las ventanas del auto se encontraban empañadas ante tanta lujuria.

—Tenemos cinco minutos para coger —le informó en cuanto se recuperó—. Pero prefiero compensártelo hoy por la noche.

Kylie frunció el ceño pero comprendió que la llamada había sido de emergencia, tomó asiento nuevamente y se acomodó el vestido mientras Bizzle se colocaba su camiseta, chaqueta y jeans.

En menos de diez minutos llegaron a la mansión, Justin bajó de auto y ni siquiera hacía falta conocerle para saber que estaba más que molesto. Subió hasta la segunda planta seguido por Kylie y ambos ingresaron a la sala de controles donde toda la pandilla ya estaba.
El castaño se acercó a la gran pantalla y observó por unos minutos la ubicación de Giacomo, estaba en una construcción no muy lejos de allí, quizás a unos doce kilómetros.

Bizzle pegó su lengua a su mejilla izquierda y se cruzó de brazos mientras analizaba la situación.

—¿Qué haremos? La mafia italiana nos está amenazando Justin —Chantel se puso en pie y comenzó a caminar de un lado al otro en la habitación.

—Cállate.

Bramó el castaño tomando por sorpresa a todos los presentes, Kylie observaba ajena la situación mientras trataba de entender.

—¿Su sobrina vive en Los Ángeles, no? —recordó Justin, había repasado minuciosamente cada detalle acerca de sus enemigos y de quiénes le traicionaban—. Contacta a los muchachos del 9th street para que se encarguen de ella, la secuestran y de ahí la llevan al almacén 1-A. Yo llegaré por la noche.

Señaló a Ryan quién se puso en pie mientras marcaba el número de uno de los chicos.

—Caitlin, comunícame con Brad y Caden y que vengan cuanto antes —indicó a la castaña quién también se puso en pie.

—Necesito apoderarme de su cuenta bancaria aquí. Revisa los datos Khalil.

El moreno no tardó en rebuscar entre los documentos privados y dió con la información.