Aviso: ¡Por favor lean la nota al final mis amores!, bss.
Estado: California, Malibú. 20 de Agosto, 2016.
Los pasillos de la prisión estaban vacíos, en las celdas tan solo se encontraban las pertenencias de los reclusos y todo gracias a que un grupo de apoyo había pedido permiso para realizar un día completo de actividades en el patio trasero. El oficial Andrew observaba a lo largo del pasillo de izquierda a derecha, para cerciorarse de que nadie estuviese cerca. De pronto la puerta de su oficina se abrió dejando ver a Kylie con una sonrisa en su rostro.
—Me meterás en problemas si se enteran de esto —el pelinegro volteó sus ojos tratando de recuperar la respiración.
—No seas dramático, no hay nadie aquí. Además tus llamadas no son rastreadas —vaciló ella—. Por cierto, luces patético asustado. Eres un oficial y detective, deberías ser menos paranoico.
—Sí claro, es el cuarto favor que pides en la semana—Andrew la fulminó con su mirada por un par de segundos y Kylie se encogió de hombros mientras soltaba una risita burlona. El pelinegro cerró la puerta para poder regresar al patio trasero y nuevamente tomó la palabra—. ¿Todo en orden?
—Sí, mamá está de acuerdo con ello. Vendrá al juicio —respondió aliviada y el asintió con una pequeña sonrisa. Verla tan animada los últimos días era realmente satisfactorio, sobre todo cuando sonreía, era cómo si fuese irreal para él.
(...)
Al ser las 12:00 p.m, el oficial Edward le informó a Andrew que debía realizar la interrogación del día a Kylie justo en ese momento, ya que por las actividades no habían podido hacerlo por la mañana. El pelinegro asintió y en cuanto se volteó para verla su corazón por poco se le sale del pecho, ella estaba ayudando a uno de los reclusos de mayor edad con su tarea del día, no cabía duda de qué su corazón era uno de los más bondadosos que había encontrado a lo largo de su vida. Con algo de pena por interrumpir, se acercó hasta donde se encontraban y le avisó a Kylie que la esperaría en la sala de declaraciones.
—Deséame suerte, Robert. Hoy será un largo día —murmuró mientras sonreía apenada.
—¡Mucha suerte, mi niña! Lo harás muy bien —la alentó el anciano mientras le dedicaba una cálida sonrisa. Se despidió de él y posteriormente se marchó a la sala de declaraciones. Al llegar tocó la puerta y no tardó mucho en escuchar un "Pase" de parte del oficial, ingresó e hicieron el debido protocolo que venían realizando desde el primer día.
—¿Lista?.
—Cómo siempre —respondió la pelinegra mientras le regalaba una sonrisa.
—Cinta de interrogación número dieciocho a la señorita Kylie Kristen Beadles al ser las doce horas del día veinte de Agosto del año 2016. El día de ayer finalizó la historia de la primera festividad de Halloween que vivió en la casa del mafioso y criminal Justin Drew Bieber Mallette alias "Bizzle".
Andrew le indica con la mirada que es su turno, ella suspira y decide comenzar con el relato.
—Los días pasaron y en ese lapso de tiempo no sucedió nada más que el tráfico de drogas, lo normal. Luego llegó Noviembre 22, uno de los días más especiales en mi vida, pero definitivamente se transformó en mi peor pesadilla en cuestión de horas...
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