Bizzle Gang » +18

07. De mi, nadie escapa

Estado: California, Malibú. Hora: 21:40 p.m
18 de Enero, 2014.

Omniscient.

El castaño se dedica a mirar con desprecio el cadáver del chico que se rehusó a devolverle su dinero. Quita los nudos de sus manos y muñecas y lo empuja al suelo como si se tratara de un juguete.

—¿Listo, Señor? —un ojiazul ingresa a la sala y en su tono se puede apreciar algo de angustia. Bizzle ríe ante lo poca experiencia del pobre chico y le da una palmaditas en su hombro antes de dar media vuelta para retirarse.

—Asegúrense de deshacerse del cadáver, bien. Quiero un buen trabajo, no cómo el de la última vez cuando casi nos descubre la policía —advierte al estar en el marco de la puerta y sale. Al llegar al living todos tienen un gran festejo, le tienden un vaso lleno de tequila el cuál no duda en beber de un solo trago.

—Justin, tenemos un pequeño problema —le informa Za, el castaño aprieta su mano en un puño y por su mirada se podría decir que le lanza cuchillos a su amigo—. Una chica acompañaba a Tyler, está arriba.

Dice y el enojo en Bizzle se apaga, suelta una carcajada y seguidamente bebe otro vaso.

—¿Así que tenemos zorra nueva, eh? —alardea el castaño lleno de felicidad.

—Y lo mejor de todo es que no tuvimos que pagar por ella —dice su amigo causando que Bizzle rodee los ojos de manera divertida.

"Bueno, al parecer Tyler era cómo cualquier idiota que le era infiel a su novia, por suerte no me arrepiento de haberme divertido con ella por la mañana. Y ella ni siquiera sabía que le eran infiel, pobre nena"

Pensaba Bizzle, una vez que el festejo totalmente random acabó subieron dos de los amigos de Justin junto con el a la segunda planta para mostrarle el obsequio —la chica— que dormía en la cama de este. Al abrir la puerta encendieron la luz y carcajearon sonoramente, gracias al efecto del alcohol.

Justin apareció detrás de ellos y en cuanto vio a la chica sus ojos no lo podían creer, era ella. La mocosa insoportable pero ardiente cómo el infierno.

—¿Pero qué coño?.

Exclamó asombrado, ¿acaso Kylie se dedicaba a ser prostituta en su tiempo libre?. Desde luego que no, la había investigado un poco luego del incidente en su fiesta de fraternidad y era una buena niña, justo sus favoritas, aunque no del todo por la poca experiencia sexual que tenían.

—Realmente está buena —habló Khalil.

—¿Se dan cuenta que Christian les cortará las bolas, incluyéndome? —cuestiono Bizzle, analizó por un momento sus palabras las cuáles sonaron divertidas en su cabeza—. En realidad el único que corta bolas aquí, soy yo.

Vaciló y sus amigos se soltaron a reír ante lo mal que habían interpretado eso.

—Ustedes son un par de idiotas —volvió a hablar cayendo en cuenta de lo extraño que había sonado aquello—. Saben a lo que me refiero. En fin, ella es Kylie la hermana menor de Chris...

Bizzle volvió su mirada a la morocha que dormía en la cama y algo no lo convenció en la escena, era SU cama y ella estaba sobre esta. Rápidamente la tomo en brazos y la colocó en el incómodo sofá de la habitación, le echó un último vistazo de arriba a abajo y el podía sentir lentamente cómo su miembro comenzaba a despertar.

Pero por el momento no le haría nada ya que la chica estaba dormida gracias a la pequeña dosis de una anestesia nueva que había ingresado al país, siendo esta comercializada por el mismo. Salió de su habitación seguido de sus amigos y bajo a la segunda planta, esperando deseoso a que la chica despertara en cualquier momento.