El oficial Andrew no dejaba de reír ante las ocurrencias de la preciosa castaña que tenía frente a él, asombrosamente el sentido del humor de ella había comenzado a regresar luego de los horrorosos días que de cierta manera marcaron su vida de por vida.
—¿Lista para continuar con la declaración? —cuestionó el oficial mientras se limpiaba la comisura de sus labios con la servilleta. Él le había invitado a desayunar, porque Kylie lo había capturado por completo.
—¡Ja! Quieres escuchar más de los encuentros sexuales, sucio —vaciló la chica provocando que él riera con ganas.
—¿Qué? ¡No! —la sangre se acumuló en las mejillas de él—. Quiero decir, la historia cada vez se pone mejor, pero no por los encuentros sexuales, nada de eso.
—¿Lo prometes?.
—Lo prometo —el oficial señalo con su dedo índice el lado donde se encuentra su corazón haciendo el típico juramento de "lo prometo con él corazón".
Kylie sonrió y se puso en pie, tomó la bandeja y camino hasta el basurero donde depositó todo los desechos. Justo en ese momento sintió sus ojos aguarse nuevamente —algo que ya se le había hecho costumbre— ya que recordó la vez que ella y Justin realizaron una promesa.
"—No estoy mintiendo, ¡en serio no lo asesiné!.
—Claro que lo hiciste, conozco esa mirada.
—¡Qué no!... —Justin rodó sus ojos con una sonrisita inocente en sus labios.
—¿Lo prometes?
—Lo prometo.
—Sabes, cuando mentimos juntos... —él interrumpe la frase.
—Es la verdad —concluye y besa sus labios."
La castaña al caer en la realidad observó a su alrededor y Justin no estaba allí y la frase de ambos tan solo eran palabras flotando en el aire, ahora.
—Cuando mentimos juntos, es la verdad.
—¿Disculpa, me hablabas? —preguntó él oficial al escuchar a Kylie decir una oración sin sentido, ella negó y el sintió una punzada en su corazón al verla llorar. Caminaron hasta la habitación donde declaraban y repitieron la rutina de los últimos ocho días.
—Cinta de interrogación número ocho a la señorita Kylie Kristen Beadles al ser las ocho horas de la mañana del día diez de Agosto del año 2016. El día de ayer finalizó la historia del tercer club llamado 'Bizzle Gang' propiedad del mafioso y criminal Justin Drew Bieber Mallette alias "Bizzle".
Andrew enciende la pequeña grabadora nuevamente y observa detenidamente a Kylie, quién da un largo suspiro y segundos después comienza a hablar.
—Sí bueno, luego de la inauguración del tercer club nos fuimos a casa y justo cuando llegamos me mostró mi propia habitación...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
