—Bienvenida —colocaron el sello en mi pasaporte y me hice a un lado esperando a que pasara toda mi familia.
Luego de unos minutos pasamos a recoger nuestras maletas.
—¿Cómo es la tuya? —me preguntó papá.
—Tiene un color azul, muy bonito, y una cinta en... ¡es esa! —la señale, estaba apunto de pasar frente a nosotros— no te asustes, no está pesada; pero por si las moscas... — cuando la tomó no pude evitar decirlo— Wingardium leviosa —y moví mis manos apuntando a la maleta, mi papá la levantó fácil... muy fácil. Dado a la inercia dio unos cuantos pasos hacia atrás, asustándonos un poco porque pareció que iba a caerse.
—¡Papá! —alarmado, mi hermano llegó a el pensando que se iba a ir directo al suelo—, ¿estas bien?
—Si —Afirmó—, creí que estaba liviana, la fuerza de gravedad hizo de las suyas para recordarme que no era del todo cierto, Jajajaja —su mira se ensombreció y fijó en la maleta; pero de inmediato su semblante cambió a uno totalmente feliz, sus ojos brillaban emocionados— ¿Qué esperamos? Vamos al hotel, me duelen los pies.
—Mmmm... —llevé el dedo índice y pulgar a mi barbilla, haciendo como si estuviese analizando algo— creo que tienes mucha fuerza —me encogí de hombros y tomé mi maleta- podemus irnus in paz.
—... ya se que a Ravenclaw no va —susurró Javier a Bella, aún así escuche, pero decidí ignorarlos.
Caminamos unos metros (unos cuantos metros) y fuimos a una línea de taxis (muy buena según mi padre), una vez había llegado introducimos nuestras pertenencias al automóvil.
—¿Where khgvtfsyvuinlod? —«hmm, ya sé que en cuanto regresara, me inscribiría en un buen curso de inglés», pensé dado que no tendí lo que dijo el señor.
—Salud —dije con el mayor respeto y amabilidad que mi cuerpo puede producir, aún así mis hermanos aguantaron la risa ¡No es mi culpa que la educación de inglés en las escuelas sea del asco! Y el acento de ese buen hombre no ayudaba.
Luego de un intercambio de palabras (con mucho acento latino) emprendimos viaje, y no, no hubo problema. El automóvil era una especie de mini camioneta y habían suficientes asientos para todos.
Mientras íbamos paseando por la ciudad, el taxista (que se llama Arnold) nos daba una especie de tour. Pasamos por muchas cosas y como buena turista, sacaba foto de casi todo y algunos videos ¡Porque si! Estoy pensando en hacerme YouTuber.
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—¡Wiiiii! —Luego de haber pasado por recepción colocaron nuestras maletas en la cosa esa elegante donde las llevan hasta la habitación, el amable sujeto nos dejo subir con la condición de no movernos tanto.
Y allí estábamos, los dos hermanos varones y yo siendo llevados sin esfuerzo hacia nuestros lugares, quedamos en que una habitación de dos camas matrimoniales para lo hermanos y una sola para los esposos.
—Bueno chicos, esta es su tarjeta —papá nos extendió una tarjeta blanca con unas letras doradas—, nosotros estamos en el piso de arriba, habitación 57-C. Si necesitan algo nos avisan... aunque es preferible que no necesiten nada, voy a venir a las 7:00 para saber que están vivos, adiós.
—Bendición/ción —dijimos los buenos hijos.
—Dios los bendiga —nos regaló una sonrisa y se fue por el pasillo hacia el ascensor... ahora comenzaría la verdadera batalla...
—Duermo con Camy en la cama que tiene mas cerca la ventana —anunció Bella entrando rápido y lanzándose de barriga hacia la cama.
—¡No es justo! —se quejó el menor de los hermanos.
—Si —concordó el otro—, porque seas mayor no significa que debas tomar todas las decisiones, merecemos una democracia —Javier cerró la puerta tras de sí y comenzó a caminar hacia su temporal cama.
—Pido el baño —avisé luego de cerrar la puerta y estar adentro. Estaba agradecida ya que llevaba mi equipaje de mano conmigo; saqué la pijama y el cepillo de dientes.
Por qué si, para viajar siempre llevo el pijama en el equipaje de mano, así no tengo que agacharme y abrir la maleta, todo esto se hace con un fin más práctico.
—... chiqui-chiqui-chi, antes de irte a acostar deberás cepillar muy bien tus dientes... te lo recomienda Colgate —por que cuando cantas la canción al parecer los dientes quedan más limpios ¡Y lo sé porque desde que la comencé a cantar mi vida cambió!
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—... y por esa razón creo que no podríamos morir aplastados por una vaca gigante —finalizó Javier con su teoría.
Y es que son las altas horas de la madrugada; no podemos conciliar el sueño, así que hablamos de cualquier ridiculez.
—Tienes razón —afirmó Beth (Bella)—, la vaca se haría parrilla al entrar a la atmósfera, llovería parrilla... —bostezó— eso suena delicioso —dijo girando y quedando de medio lado—, perdí la batalla.
—Que débil... ñam — le contagió la pereza a mi medio hermano.
Seguido de eso el menor también se unió a la cadena de bostezos junto conmigo, la verdad no supe en qué momento me dormí, pero desperté en cuanto mi hermana me llamó.
—Arriba, es hora de la diversión ¡Wujuuu! —al abrir bien los ojos pude ver que su cara de sueño, posiblemente le gane a la mía... maldito Jetlag.
—No quiero —protesté—, quiero dormir —me enrollé más en la cobija hasta quedar como un tamal, mis pies salían y comencé a moverme como si fuera un pez fuera del agua.
—No mames —Javier fue a cambiar de posición; pero terminó de cara al piso— ¿Qué clase de pendejo coloca el suelo tan cerca de la cama?
—El mismo que admitió que la lechuga es verde —dije desenredadome.
—La lechuga es verde —Bella me estaba ayudando a la vez que me respondía.
—No, es blanca —afirmé mientras seguía con mi lucha contra la sabana.
—Es verde —continuó Javier
—Es blanca —para este momento no sentía que hubiese circulación en mi pierna.
—Verde —hablaron los dos más grandes.
—¡Maldito sistema retrógrada! No sirve para nada, abandonaré el colegio y me dedicaré a la agricultura para demostrarles que la lechuga es blanca —ya me había desenredado para ese momento, entonces me senté en la cama.
—¡Estudia para que aprendas cómo son las cosas! —mi hermano me lanzó una almohada.
—Tu, eres un... —iba a levantar la voz pero algo me incomodó— ¿Dónde está mi hermano menor? —todos giramos buscándolo.
—Creo que... —dijo mirando a ambos lados de la habitación— Houston, tenemos un problema —habló Bella sería, mientras se levantaba de la cama— son las 6:30, el desayuno es a las 8:00 y papá viene a las 7:00.
Nuestras vacaciones del año siguiente dependen de esto, así que más vale y nos demos prisa. En cuanto estábamos por salir a buscar, escúchanos unos quejidos del baño, cuando abrimos la puerta estaba el niño en el retrete.
—Yo quería hacer del baño... —hizo un puchero— pero me atoré —iba a comenzar a llorar el pobre. Tuve que morderme un labio para no reírme en este tipo de situación tan delicada.
—¿Jalaste la cadena? —pregunté antes de entrar.
—Si... —Afirmó ahogando un sollozo.
—Bueno, te toca hermana mayor —Javier le palmeo la espalda y se lanzó a su cama—, es hora de recuperar la autoridad que te arrebató tu estatura —solo vi como apoyó su cara en la almohada y se movía, se estaba retorciendo de la risa y yo aquí, aguantándome.
—Por dos al comentario anterior —repetí su acción solo que ahora en mi cama, cuando pensamos que nos habíamos reído suficiente; nos vimos a la cara unos segundo y nos dio otro ataque de risa el cual tuvo que ser sofocado por la almohada.
Capítulo de mucho relleno.
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Una latina en Hogwarts (ULEH #1)
Fanfiction¿Por qué no? Vayamos al grano, Camila comenzó su año en Hogwarts creyendo que la magia resolvería todos sus problemas (o la mayoría de ellos), pero luego de un conjunto de desafortunadas coincidencias se vio envuelta en una "pequeña situación", pero...