8. La tía Elizabeth, discusiones y ofrendas

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¿Incómodo, verdad? Tuve que mentirle a la familia Potter diciendo que era influencer y que me cuenta de YouTube era "CMLix" (tuve que improvisar).

Bella me sacó del apuro tomándome del brazo, James y yo nos seguimos gritando hasta que nuestras voces fueron opacadas por la multitud de la plataforma. También pude ver como su madre lo sostenía y Harry me miraba con los ojos entrecerrados.

—¡Excelente presentación! Ahora van a creer que estás loca —mi hermana me soltó y me dejó frente a ella— ¿Te sientes mejor luego de haber hecho el ridiculo?

—Si.

—Eres increíble —dijo exasperada.

Tomé el carrito y seguí a mis hermanos molesta, ellos iban reprochándome que de ahora en adelante mi vida social no sería lo mismo. Me importaba poco ¡Dignidad!

La mayor nos explicó que papá se encontraba en el ministerio junto con su esposa, y Alejandro estaba en casa de un amigo, fastidiando con saber más sobre Hogwarts.

Tomamos un taxi que nos llevó hasta un lugar un tanto apartado del centro de la ciudad, lo describían como uno de esos "lugares de magos". No fue sorpresa para mi encontrarme con una casa que de seguro vale casi tanto como 3 bóvedas Spellman juntas.

—¿Para qué querría una casa donde me puedo perder? —me quejé, pero no dio tiempo a que abriera la puerta para bajarme puesto que alguien más la había abierto por mi. Mi mano quedó en el aire y pestañeé varias veces estupefacta.

Al parecer el chofer malinterpreto mi gesto, ya que me tendió la mano para ayudarme a bajar. Cuando salí del vehículo solo pude decir un "gracias", el amable sujeto solo asintió respetuosamente y ayudó a mis hermanos.

¡Bueno, bueno! ¡Pero cuánta elegancia y distinción! Mi hermana ya había bajado por la otra puerta y se había posicionado a mi lado, casi de la misma altura me había tomado del brazo en un agarre gentil, entrelazándolos.

¿Qué pasa? ¿Qué es toda esta elegancia? Que Dios me ampare y me libre de cometer un desastre.

—Es la casa de los Spellman.

—¿Qué?

—Bueno, de nuestra rama familiar —avanzamos hacia el portal, pasándole a un lado a los fabulosos jardines frontales, que consistían de un césped bajo, una fuente, algunas estatuas pequeñas y ciertas bancas. ¡Y flores! ¡Que no se me olvide detallarlo! Flores con leves puntos blancos productos de la nieve.

¿Y entonces qué? Debo utilizar 4 tipos de utensilios al comer... ¡¿Es la tía E...?!

Pero Bella me calló con un fuerte apretón en el brazo, me vi en la obligación de tratar de disimular mi mueca de horror y dolor ¡La tía Elizabeth estaba aquí! ¿Alguna vez han visto la película de Nemo? ¿Cuando Darla llegaba al consultorio y colocaban una música dramática? Bueno, esa misma melodía había pasado por mi cabeza cuando había divisado a Elizabeth 5ta en la puerta.

Me quiero ir de aquí.

—Yo también.

Las dos nos susurramos acompañándonos en nuestro dolor.

—Con ustedes —habló la chica en uniforme elegante a un lado de tía— Elizabeth quinta Spellman Ocaso Celeste Palacios. Vuestra... —pero Elizabeth la calló con un levantamiento de mano.

Javier emitió un sonido ultra fino de su garganta, el pánico se había apoderado de el, no lo miré, no miraba nada salvo el cinturón rojo que utilizaba nuestra anfitriona. Si la miraba a los ojos temía perder mi alma y había luchado mucho por conservarme viva.

Una latina en Hogwarts (ULEH #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora