4. Los bastardos, unidos ¡Jamás serán vencidos!

761 91 67
                                    

—... ¿Y por qué debemos ser los que paguemos? —comenté al final de mi relato, con lágrimas acumulándose en mis ojos— ¿no ven su ojo? Les apostaría mi cámara de Gringots a que mañana estará morado.

La actual directora de Hogwarts miraba con el rostro enternecido, mientras que el molesto y horrible profesor de DCAO arrugaba cada vez más la nariz.

—Señorita Spellman —prosiguió la directora—. Entiendo que se preocupe por su amigo —Albus seguía mirándome mientras que, eventualmente pestañeaba ante mi agradable actuación de víctima—, pero debemos proseguir con el protocolo —se llevó una mano al corazón—. Ordenarán el salón de Defensa contra las ates oscuras, cada que tengan clases hasta las vacaciones de navidad.

—¡¿Hasta navidad?! —la humedad de mis ojos desapareció por completo cuando Potter y yo gritamos al mismo tiempo.

—Si, el profesor estará presente asegurándose de que cumplan con la labor. Mientras ¿es muy tarde, no? —la señora se levantó de su silla y señaló a la puerta—, pueden retirarse, que tengan buenas noches.

El profesor perturbador nos miraba con su clásica cara perturbadora que emitía sentimientos de perturbancia ¿esa palabra existe? No lo sé, pero expresa mis sentimientos. Mientras nos llevaban hasta las salas comunes mi cabeza daba vueltas en sí ¡Caramba! Luego de que los estudiantes presentaban sus castigos con el profesor Crull algunas lagunas mentales aparecían en ellos, un concepto abstracto, la verdad.

—¿Qué ha sucedido?

—Nada interesante —le respondí al par mientras me lanzaba en mi cama—. He sido castigada... por el profesor de defensa.

—No...

—Puede...

—Ser. —concluyeron ambas.

Abrí mis ojos de golpe y me senté rápidamente para mirar a ambas— ¿Q-que? Les preocupa.

—Ese profesor no nos agrada —Mencionó una y la otra asintió.

—Nos asusta un poco.

Mis ojos pasaban de una a otra ¡Recapitulemos! Las gemelas son los seres humanos más extraños, impredecibles, honestos y perturbadores que he conocido. Expresar sus sentimientos es algo que no les va bien, cuando mencioné el asunto de la bruja ellas fueron las primeras en darme opciones y mencionar esto de la magia oscura y todo el rollo. Ahora, que me digan que algo (en este caso, alguien) les da miedo...

Esa noche no podía dormir, giraba de un lado a otro, tanto, que Lucifer tuvo que dormir bajo la cama, si no fuera por la posición de la luna no sabría cuando faltaría para la salida del sol, por fortuna, en algún momento mientras miraba la plateada luz que se filtraba por la ventana logré dormir.

¿Describo mi sueño? Fue un tanto loco, luego de haber batallado contra alienígenas y montar una vaca en el Empire State, a mi lado se encontraba una niña de tez blanca con el cabello castaño-obscuro trenzado, en realidad nunca le vi la cara, al girar al otro lado me encontré a mis amigos... daniela me sonreía alegre. El sueño cambió drásticamente y me encontraba debajo de una cama, veía como los pies de alguien se aproximaban y subían... del armario se escuchó el clásico chirrido de la puerta siendo abierta, Javier cayó fuera de él y el hombre se levantó de golpe.

—Que, incompetente.

—P-puedo explicarlo... —levantó las manos en su defensa.

—Dile eso a los ancestros —un rayo de luz verde fue arrojado y el sueño se volvió blanco.

& • &

Susurros...

El hombre de blanco...

Una latina en Hogwarts (ULEH #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora