Ya en la noche, luego de haberle hecho cosquillas a la pera esta se convirtió en una manilla y pude entrar a la cocina de la escuela. Uno de los elfos me atendió sonriente.—Señorita Spellman ¿qué se le ofrece?
—Aceite —me miró curioso con sus grandes ojos—. De oliva extra virgen si tiene... y si no es mucha molestia, claro.
El elfo asintió y en fin chasquido hizo aparecer el frasco con aceite— Que petición tan extraña.
—Oh, no se preocupe, es para un ritual —dije rápidamente sin pensar, entonces pestañeó—, de belleza, claro.
Sin inventarme más excusas le agradecí y salí de la cocina, corrí hasta el pasadizo y seguí derecho. Mis pasos hacían eco en el lugar. "no debería hacer esto" me dije a mi misma, "siempre suele terminar mal".
Cuando salí del pasadizo miré por una de las ventanas que las estrellas brillaban por su cuenta, con su titileo parecían cantar: "hoy la luna no nos acompaña".
Llegué a la torre de Gryffindor y entre una de las pocas personas que se encontraban ahí estaba Albert, quien me miró y luego volvió a lo suyo con la mirada gacha.
—¿Cómo sigue tu ojo? —pregunté mientras pasaba a su lado.
—Mejor. No me impedirá estar en el partido —respondió cuando ya había pasado, no le dije nada.
Desde que el Alemán le dio la paliza algo en el cambió, su mirada ya no era fan odiosa y sus ojos no expresaban superioridad... tal vez haya entendido que si hay quienes le devuelvan el golpe con intensiones mucho más agresivas que las mías.
Pero se lo tenía merecido.
—Llegué —canté al entrar.
Una de las gemelas cerró la puerta con la varita cuando ya hube entrado, Lucifer estaba dormido en la cama; se veía tan tranquilo, tierno y parecía un ángel.
—¿Y el aceite? —preguntaron.
—Lo tengo en la mochila —entonces me la quité y saqué el frasco—, ¿Para que será el aceite?
—Ya verás —y lo tomó.
—Esperaremos a media noche —dijo la otra.
—¿La hora terrible no es a las 3am?
—A las 12... —comenzó una.
—Es la hora de las brujas.
—A las 3.
—Es la hora de los espíritus.
Asentí ¡Bien! Cosas súper útiles y nada escalofriantes que se deben aprender.
—Son las 8 —dije—, dormiré, cuando sean las 12 háganme el favor de despertarme.
Me envolví en la cama y les di la espalda «¡Ampútate el brazo! Rápido», gritaban cada una de mis células ¿qué debía hacer? No quería morir ni manchar mi alma. Entonces hice lo más prudente: comencé a orar.
Les juro que jamás había tenido una conversación tan profunda con papá Dios hasta aquella noche "esa" noche.
Me recordaba una y otra vez el porque lo hacía ¿cómo había terminado en esta situación? Quería llorar, vomitar, reírme y lanzarme por la ventana... yo quería un año tranquilo, aprender magia y ser una estudiante promedio. Me hubiese quedado en casa, en el calor abrazador (tal vez excesivamente abrazador) de Latinoamérica; tal vez ahí estuviera a salvo.
& • &
—Arriba.
Abrí mis ojos cuando las gemelas me levantaron por la noche, técnicamente era un nuevo día.
![](https://img.wattpad.com/cover/132262545-288-k368251.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Una latina en Hogwarts (ULEH #1)
Fanfiction¿Por qué no? Vayamos al grano, Camila comenzó su año en Hogwarts creyendo que la magia resolvería todos sus problemas (o la mayoría de ellos), pero luego de un conjunto de desafortunadas coincidencias se vio envuelta en una "pequeña situación", pero...