7. Diciembre, el tren y el que se la rifó.

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Frío. Frío. Frío. Frío.

Ese era mi único pensamiento por la noche. Comencé a dormir con doble cobija, medias y un sweater puesto. ¡No aguantaba! A los demás les parecía normal la temperatura, pero yo necesitaba ayuda extra. Noviembre sin ti había llegado a su fin, dando la bienvenida a diciembre, el gélido viento calaba mis huesos al salir del castillo, por lo cual, los chicos iban a visitar a Hagrid sin mi, ya no quería salir.

Utilice todas mis fuerzas por asistir a las clases del día, a pesar de las chimeneas y los hechizos, el frío era matador para mi. Mi hermano se encontraba en la misma situación... bueno, no en la misma, se me veía un poco más cómodo.

Durante la clase de transformaciones (su materia predilecta) no quiso mover un músculo, afirmando que estaba utilizando toda su energía para mantener el cuerpo caliente. Los chicos se rieron ante su comentario, menos yo... que los miré mal mientras me apegaba más a mi hermano para coger algo de calor.

Esa misma tarde las clases acabaron temprano, había presentado mi examen final de pociones donde había sacado una estupenda "S".

—Un "Supera las expectativas", vaya ¡Te ha ido mejor que a mi! —exclamó Albus contento mientras veía mi examen— ¿Cómo has hecho?

—Estudié —logré dejar mis temblores a un lado para decir aquellas palabras, nos encontrábamos de camino a la sala de defensa contra las artes oscuras a limpiar un poco más, si teníamos suerte, podría ser nuestra última limpieza en equipo.

—Ja, ja —me dió la hoja mientras soltaba su risa sarcástica—...

—¿Cuánto has sacado tu?

—Eso no importa —ladeó la cabeza y por un momento el suelo se veía súper interesante para el.

—¿Una T?

—¡Oye! ¿Me crees capaz de sacar una T? —deje un voto de silencio— ¿es en serio? —molesto se cruzó de brazos y evitó mi mirada con las mejillas sonrojadas.

—No —seguía sin mirarme—. Solo garantiza que nada de lo que diga pueda...

—¡Haste a un lado!

Giré bruscamente para enfrentarme a quien sea que haya gritado en nuestra dirección, me encontré a Scorpius, quien, en un rápido movimiento tacleo a Potter.

—¡¿Qué pasa?! —alanzo a decir mi amigo azabache mientras caía al suelo junto con su amigo— ¡Ay!

—Shhht —le calló, Albus trataba de quitárselo de encima con movimientos de gusano en apuros, yo vi en dirección del pasillo y no había absolutamente nada—. Camila —voltee a verle—, agáchate tú también.

—¿Y si no quiero q-? —una brisa gélida inundó el pasillo, así que comencé a agacharme lentamente, luego el sonido de un zumbido comenzó a aproximarse.

A máxima velocidad volaban por el cielo miles de aviones de papel completamente descontrolados, desde abajo no parecía tan peligroso... pero ya tenía malas experiencias con papel volador cortante, así que me hice una bolita mientras me cubría con la túnica lo más posible.

—¡50 puntos menos para Gryffindor! —escuchamos el chillido de una profesora a los lejos.

Cuando el zumbido había pasado me senté rápidamente— Ya... no mames.

—¡60 puntos menos!

Ahí se va todo mi esfuerzo de un trimestre.

Los merodeadores pasaron la largo casi tan rápido como los aviones de papel— ¡Esos muchachos!

Una latina en Hogwarts (ULEH #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora