Faltaba 1 día para el ritual.
—¡Hoy es San Valentín! —Amanda llegó feliz a la mesa de Hufflepuff (donde me encontraba sentada con mi hermano y el resto de su casa).
Si, era San Valentín, las chicas cuchicheaban y algunos grupos de chicos también, se podían oler las hormonas en el aire ¡Ay, el amor! El correo de esa mañana llegó con todo.
Amanda estaba temblando en su lugar, de vez en cuando se ocultaba el rostro con su cabello y luego volvía a ser ella misma... era un huracán de emociones. Cuando una de las lechuzas pasó en frente de ella un pequeño paquete cayó en frente suyo mi hermano y yo no pudimos evitar emocionarnos con ella.
—EEEEEEESSSOOOOO —Javier y yo comenzamos a burlarnos (amigablemente) por el regalo que acababa de llegarle. Como si fuese un niño en navidad, Amanda abrió el paquete tan rápido que parecía desarmar la bomba más peligrosa del mundo contra el reloj.
Una carta anónima y chocolates le iluminaron el rostro, sonreí con Javier ¡Esa muchacha expedía suficiente alegría! Si las emociones fueran energía Amanda podría alimentar a una ciudad entera.
—¿No tienes ni idea de quién pudo haber sido?
Ella negó pero estaba feliz, levanté la mirada y busque la de algún chico que observara en secreto a mi prima (de nadie en particular), hasta que miré la mesa de Slytherin y Natalia nos observaba con los ojos entrecerrados y una cuchara en la mano. Decidí volver mi vista a la mesa donde me encontraba y así evitar problemas.
—¡Javi!
—Ay, no —murmuró mi hermano cuando sintió la voz de la niña— Gerogia —sonrió con los dientes apretados.
—¿No es maravillosa esta época del año? —el levantó las cejas y asintió, sin embargo no dijo nada.
Me levanté de la mesa mientras las lechuzas aún entraban y salían, no soportaba a Georgia ¡Acaparaba mi hermano y el era muy bueno como para rechazarla! Así que para mi salud mental me fui a mi mesa con mis amigas solteras.
—Spellman —dijeron cuando tomaba asiento frente a ellas.
Una pequeña caja se deslizó hasta quedar frente a mi. Por un momento mi corazón se aceleró, miré a mi izquierda y vi a una de las chicas que habían estado en el bosque, termine de deslizar la caja hasta su lugar.
—Debe ser para ti —Sonreí. Ella agradeció y tomó la cajita (sin tocarme en absoluto)— ¿Lograron completar la tarea de herbologia? No he encontrado cascaras de ashwinders para hacer la composta de plantas mágicas ¿creen que el profesor Philip tenga algunas? —Una de las gemelas quiso responder pero la chica a mi lado deslizó la caja frente a mi— ¿Qué pasó?
—Tiene tu nombre —murmuró.
Revise bien pues por "Camila" creo que habían otras tres en la escuela pero no tenía ni idea, suponiendo que era yo me encogí de hombros bajo la atenta mirada de las de las gemelas retiré el listón rojo con cuidado, pero no debía preocuparme mucho... ya que no había nada adentro.
Llevé una mano a mi pecho expulsando aire, escuché la risa de las chicas y de un vato, las gemelas miraron curiosas mis movimientos.
—Que mal día, Spellman —burló Albert. Y las chicas (las del bosque) lo acompañaron en sus risas.
—Hey... —la que parecía ser la voz de James comenzó a hablar pero antes de eso terminé de sacar el listón que se encontraba alrededor de la caja y rápidamente lo amarré a mi media cola.
—¡Listo! —hice brincar a mi cabello con mis movimientos— Me hacía falta un accesorio —sonriente miré a las gemelas— ¿cómo me veo ahora?
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Una latina en Hogwarts (ULEH #1)
Fanfiction¿Por qué no? Vayamos al grano, Camila comenzó su año en Hogwarts creyendo que la magia resolvería todos sus problemas (o la mayoría de ellos), pero luego de un conjunto de desafortunadas coincidencias se vio envuelta en una "pequeña situación", pero...