¿Sin humanos? (Thomas Brodie-Sangster y tú)

UNO

UNO: El Chico

_____'s POV

Camino sólo por los pasillos de uno de los supermercados de la cuidad, buscando más comida para colocar en la reserva; por mi nariz entra el polvo que se ha acumulado en estos últimos días, haciéndome estornudar en varias ocasiones. Es el día número 95 en este mundo, desde que desaparecieron los humanos.

Siempre que salimos al exterior debemos llevar algún arma para los defendernos de aquellos animales que ahora viven en la calle. Cazando cualquier cosa que se mueva.

Tomo algunas latas de comida y las guardo en mi Mariconera de Dama color negro, volteo a los lados para revisar si no hay algún animal que pueda atacarme y sigo buscando reservas. Después de 10 minutos caminando entre los pasillos, tomé: Más latas, medicina, agua embotellada, cereales y todo lo que aún no ha caducado, según las fechas impresas.

Oigo como algo se cae de algunos de los estantes, el ruido es fuerte que indica que sea lo que sea no está lejos de mí y que se encuentra a unos pocos metros de mi persona. Como si alguien hubiera movido algo por accidente.

Me quedo inmóvil mientras escucho atentamente, saco mi arma SIG P226 que tengo escondida debajo de mi blusa que llega un poco más abajo de mis caderas, le quito el seguro al arma, lo sostengo con ambas manos y comienzo a caminar silenciosamente hacia el lugar de donde encontraron el ruido.

Me pego en el estante preparándome para disparar, cuento del 1 al 3 en un susurro apenas perceptible, saliendo de mi escondite dando un salto y apunto a lo que sea que está ahí.

- ¡No! ¡Espera! ¡Soy una persona, soy un humano! - Dice una voz masculina.

Es un chico, que se encuentra en el suelo, recargado en uno de los estantes, apretando con ambas manos una de sus piernas. 

Tiene el cabello rubio, que cae por su rostro en hermosos y definidos rizos, sus ojos son de un intenso color avellana, tiene una complexión delgada y aunque esté sentado, puedo notar que es bastante alto. Trae puesta una camisa blanca bien abotonada, un pantalón color vino junto con unos tenis deportivos blancos. Le coloco el seguro de nuevo al arma, la guardo, yme acerco a él hincándome a su lado.

- ¿Qué fue lo que te pasó? - Pregunto quitando sus manos de la pierna.

Cuando retira ambas manos, estas están cubiertas de sangre. Volteo mi vista hacia su pierna, en donde hay pequeños agujeros en el pantalón, y en esa parte se encuentra llena del líquido rojo, que casi no se nota por el color vino que tiene la prenda.

- Caminaba por la ciudad buscando algún refugio, y más personas. Pero en vez de eso me encontré con una familia de leones, supongo que se escaparon de algún zoológico; el punto es que, yo estaba desarmado y en completa desventaja contra ellos, sólo se me ocurrió correr. Me persiguieron durante algún tiempo, cuando al fin acorralaron entre dos paredes, la hembra se abalanzó sobre mi y me mordió la pierna izquierda, para que no escapara mientras que el macho y su cachorro se acercaban a mi. Tomé un vidrio que había cerca mío y comencé a golpear a la leona que después de unos cuantos golpes, me soltó. Me levante  como pude y corrí hasta aquí adolorido. Pero ya he perdido demasiada sangre y ahora me encuentro realmente débil. - Me informa el chico.

- Tranquilo, te llevare a donde me he refugiado junto con los demás. - Digo, el chico asiente.

Lo ayudo a levantarse, tomo su brazo y lo paso por encima de mis hombros. Con mi brazo libre me aferro fuertemente a su cintura.

Comenzamos a avanzar hacia la salida del supermercado.

- Afuera está mi cuatrimoto, falta poco para llegar a ella. - Informo para tranquilizarlo, su respiración está agitada, se encuentra sudando mucho y sus pasos cada vez son más torpes.