- ¿Eres virgen? - Me pregunta, mirándome fijamente, aún con ambos brazos recargados. Comienzo a ponerme roja e incomoda a su lado.
- Te... quiero, _____. - Dice Thomas antes de caer en un sueño profundo a mi lado.
- Es que... ¡No se como decirle! ¡N...
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_____'s POV
...
Tyler está frente a mi, tomando mi mano, jalándome por el largo pasillo del piso de arriba, de esta enorme mansión. Me sostengo de la pared cuando casi me caigo. Entre risas, llegamos a uno de los cuartos, Tyler abre torpemente la puerta y los dos entramos, tumbándonos en la cama.
Nos quedamos unos segundos acostados, mirando el techo, sin soltar nuestras manos.
Giro mi cabeza para ver a Tyler, pero me sorprende ver que él me está mirando, quién sabe desde ace cuánto tiempo. Me sonríe, mostrando su dentadura perfecta.
Se sienta en la cama, jalándome de ambos brazos. Su mano va a mi mejilla, su pulgar acaricia mi barbilla de una manera linda y delicada. Sus dedos libres rodean mi cintura apretándola ligeramente. Cada uno de sus toques son tan suaves, que me hacen relajarme.
Él es más grande que yo, por varios años, es obvio que sabe cómo hacer para derretir a las chicas.
El olor de su colonia llega a mis fosas natales, haciéndome cerrar los ojos por un segundo. Y, cuando los abrí de nuevo, no pude evitar bajar mi mirada hasta sus labios.
Tyler levanta mi barbilla, y mi mirada se conecta con la suya, sus ojos marrones demuestran muchas cosas, pero no amor, eso lo sé. Le atraigo y le gusto, pero no está enamorado de mi, ni yo de él, pero eso no impide dar el primer paso.
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Me acerco a él, rozando mis labios con los suyos pero sin llegar a tocarlos. Siento la tensión en el aire, ambos tenemos ganas de besarnos. Ya lo hemos hecho antes, pero esta vez, es tan diferente, hay una vibra distinta.
— ¿Ya te dije que te ves muy sexy hoy? — Me pregunta, su respiración se hace más pesada.
— Si... ya... ya lo hiciste. — Respondo. Wow, de cuándo acá mi voz se volvió tan ronca.
