- ¿Eres virgen? - Me pregunta, mirándome fijamente, aún con ambos brazos recargados. Comienzo a ponerme roja e incomoda a su lado.
- Te... quiero, _____. - Dice Thomas antes de caer en un sueño profundo a mi lado.
- Es que... ¡No se como decirle! ¡N...
(¡Doble actualización! Este capítulo tiene más cosas buenas que malas. Se tratará solo de Dylan y Britt)
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Britt's POV
Entramos a la casa, tratando de mantener el equilibrio mientras nos tambaleamos. Coloco mi mano en un mueble para detener la caída que se aproximaba, Dylan me toma de la cintura y juntos caminamos hasta el cuarto.
Me carga como recién casados hasta la cama, me coloca sobre esta y luego sale de la habitación. Pasan unos segundos y regresa con dos botellas de agua en sus manos, me pasa uno y comenzamos a tomar el agua para hidratarnos y quitar un poco el alcohol de nuestros sistemas.
Dylan se acuesta a mi lado, recargando su espalda en la cabecera de la cama, tomó mi mano entrelazando nuestros dedos; me mira directamente a los ojos y se pega más a mi. Acaricia mi mejilla izquierda y me dedica una tierna sonrisa. Se acerca más, nuestros labios se rozan entre sí.
— Me encantan tus hermosos ojos azules, Britt. — Dice con el típico tono de hombre borracho.
Quito los milímetros que nos separaban, besándolo apasionadamente; coloco mis manos en sus mejillas y Dylan se sube a horcajadas sobre mi colocando sus piernas a los lados y su manos sobre mi cintura firmemente.
Se separa de mi y se levanta de la cama, pasando sus manos por su cara.
— No puedo hacerlo, estás borracha. No estás en tus cinco sentidos. — Pronuncia, no me importa estar borracha, pero que lo tome en cuenta me derrite el corazón.
Comienza a quitarse el smoking, hasta quedar en calzoncillos, bóxers negros, cortos y pegados. Bajo mi vista por su cuerpo, desde su cara y cuello, notando cada hermoso lunar que decora su piel, su abdomen marcado ligeramente, su gran miembro.
No puedo evitar —ni quiero evitar— morderme el labio, puede que el alcohol me ayude a ser más atrevida de lo normal, pero me gusta esta sensación. Dylan se da la vuelta para buscar algo, supongo. Me quedo viendo su perfecto trasero. Lo que darían las demás chicas por tener eso durmiendo junto a ellas...
Me levanto de la cama para caminar hacia él, lo abrazo por la espalda, pegando mi cuerpo al suyo y acariciando sus pectorales.
— ¿Qué tiene que este borracha? Soy tu novia, no creo que me moleste despertar mañana desnuda a tu lado... — Le informo, susurrando y él se da la vuelta, tengo que alzar mi cabeza para poder mirarlo.
— Puede que tengas razón... — Dice y sonríe con picardía, me toma de la cintura y me estampa contra la pared.
Toma mis muslos, acariciandolos y me levanta, como instinto rodeo su cadera con mis piernas, pegando aún más su cuerpo a mi. Sintiendo su masculinidad rozar contra mi entrepierna.
