- ¿Eres virgen? - Me pregunta, mirándome fijamente, aún con ambos brazos recargados. Comienzo a ponerme roja e incomoda a su lado.
- Te... quiero, _____. - Dice Thomas antes de caer en un sueño profundo a mi lado.
- Es que... ¡No se como decirle! ¡N...
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______'s POV
Han pasado unos dos meses aproximadamente desde la muerte de Britt. En este tiempo no he visto a Dylan fuera de su casa, se la pasa pensando en eso todo el día, no sale de su cama si no es para ir al baño y si fuera por él ni comería; pero entre los chicos y yo nos hemos dado a la tarea de turnarnos los días para cuidar de mi hermano.
Él nos a apoyado siempre en todo y ahora nos toca a nosotros hacerlo, cuando nos toca el cuidado nadie se queja, al contrario todos aceptamos y nos quedamos hasta la noche junto a él, apoyándolo.
Yo por mi parte, trato de no centrarme tanto en la muerte de Britt, mantener mi mente ocupada y pensando en otras cosas, haciendo actividades dentro de la comunidad.
Me levanto de la cama, con mi pijama aún puesta —conformada por un short holgado y una playera corta suelta—. Entro al baño para lavar mi rostro, mi cara se refleja en el espejo y no puedo evitar ver las dos enormes ojeras qué hay debajo de mis ojos.
No puedo dormir bien, la muerte de Britt regresa a mi mente cada noche y al menos un par de lagrimas se escapan de mis ojos antes de dormir sin falta. No puedo ni imaginarme cómo es que Dylan está.
Me coloco unos short cortos de talle alto de mezclilla claros, unos Adidas blancos con gris y un top del mismo color. Me amarro el cabello en una coleta alta y antes de salir me maquillo levemente para ocultar mis ojeras y nadie me pregunte nada.
Camino por las desiertas calles de la comunidad, el sol apenas saliendo y solo un par de personas pasando entre las casas para ir por comida o quizá materiales. Me pongo a observar a mi alrededor hasta que llego a la blanca puerta de la casa en donde se encuentra Dylan.
Subo las escaleras y entro a su habitación sin tocar, ni siquiera le importa y me di cuenta pocos días después de la perdida de Britt.
La cama desatendida, con las sábanas enredadas, el cuarto siendo un horno, las cortinas cerradas al igual que las ventanas, ropa tirada por el piso, siendo un completo desastre. La habitación casi en completa obscuridad, de no ser por la puerta abierta de donde entra un poco de luz.
Me siento en la orilla de la cama y acaricio el hombro de mi hermano.
— Me voy una semana y tú cuarto está hecho un desastre — Digo soltando una risa, pero solo veo el pecho de Dylan subir y bajar —, sé que estas despierto, Dylan. Habla, te lo ruego...
— No quiero hacer nada, _____. No tengo ganas de hablar. — Me responde con la voz apagada.
😢😢😢
Jalo del brazo Dylan para que se siente en la cama, seguidamente coloco el desayuno en sus piernas y el comienza a comer sin muchas ganas.
— ¿Tú ya desayunaste? — Me pregunta, mirándome a los ojos.
