- ¿Eres virgen? - Me pregunta, mirándome fijamente, aún con ambos brazos recargados. Comienzo a ponerme roja e incomoda a su lado.
- Te... quiero, _____. - Dice Thomas antes de caer en un sueño profundo a mi lado.
- Es que... ¡No se como decirle! ¡N...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
_____'s POV
Toco la puerta, dando tres ligeros golpes con los nudillos. Escucho el pase desde el otro lado de la misma, así que entro. Daniel se encuentra acostado sobre la cama de Galen, con el torso descubierto, dejando ver su abdomen marcado, que a cualquier chica la volvería loca.
Lo siento, chicas, a él le gusta llamar la atención de los hombres.
Daniel siempre ha sido y seguirá siendo un chico realmente coqueto con las personas que le gustan, es muy directo y aventado. Siempre honesto y claro con qué es lo que quiere, lo cual admiro de él.
Me siento a su lado, subiendo las piernas en el colchón y lo miro serio. Él, al instante, se da cuenta de que quiero conversar ahora. Se acerca a mi, cruzando las piernas, quedando frente a mi.
— ¿Qué pasa, Reina? — Sonrío ligeramente ante su apodo, hace mucho que no lo escuchaba.
— Estoy muy preocupada.
Daniel no desconecta nuestras miradas en ningún momento, se estira hacia el lado derecho, para tomar algo pequeño entre sus manos.
Cuando me lo enseña, una sonrisa más invade mi rostro. Un pinta uñas de un rosa pastel, gira la tapa para abrirlo y me pide mi mano, la cual se la acerco rápidamente, colocándola sobre un cojín.
— ¿Por qué? ¿Hiciste algo malo? ¿El embarazo de Shelley está corriendo peligro? ¿Las cosas con Thomas no van bien? ¿Dylan la volvió a cagar? — Me mira de nuevo a los ojos —. ¡¿Malia se perdió?!
— ¡No! ¡No! Ninguna de esas cosas. Bueno... Dylan si la cago otra vez, pero eso pasa casi diario y no es nada grave, así que creo que está bien.
Dani suelta un suspiro de alivio, mientras comienza a pintar mis uñas.
— No entiendo cómo no te puedes salir de la uña. Yo me embarro todo el dedo y luego espero a bañarme para que se me quite lo que sobra. — Pronuncio admirando su trabajo.
Él deja el tapón en su lugar, para colocar su dedo índice sobre mi frente.
— Es coeficiente intelectual, Reina.
— No entiendo qué tiene que ver eso, tenía las mejores calificaciones en mi antiguo instituto.
— Eso no quiere decir que seas inteligente, puedes simplemente ser responsable y ya. Las calificaciones pueden no tener nada que ver con la inteligencia — Dice, y me quedo pensando unos segundos —. Aunque no te estoy diciendo tonta, si eres lista, en la mayoría de ocasiones. — Dani regresa a pintar mis uñas —. Pero ese no es punto, ¿qué fue lo que paso entonces?
