Trece

1.5K 95 6
                                    

Maratón 2/4
🧟‍♂️ Capítulo no. Trece 🧟‍♀️

 Trece 🧟‍♀️

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

_____'s POV

Entro al cuarto, desabrochando los primeros dos botones de mi blusa, como si me ayudara un poco a recuperar el aliento, mi cerebro aún intenta procesar todo.

Y... porque no me quise ver muy entrada en el tema —que sé que pone nerviosa a Shelley—, no pregunte todo lo que quería preguntar. Pero pienso que hay cosas que uno se debe callar, respetando la vida privada del otro. Si no te lo quizo contar debes respetar.

Me quito los jeans ajustados, sintiéndome libre de la piernas. Me coloco un short holgado y me quito los calcetines para sentir el frío del suelo.

En ese momento mi hermoso rubio entra por la puerta, agitando su cabello con la mano derecha, dejándolo despeinado. Se sienta en la orilla de la cama y se quita los zapatos, quedando descalzo.

— ¿Qué tal hoy? — Me Pregunta sentándose detrás de mi.

— Algo... extraño... — Le respondo, sus manos van a mis hombros y los comienza a hacerme un masaje en esa zona.

— El mío fue bastante agitado, pero muy divertido. Pude ayudar a Galen a encontrarse o al menos un poco, pero espero que le sirva. — Me dice orgulloso de si mismo. Volteo mi cabeza, levanto mis labios y él se acerca para darme un corto beso.

— Me voy a meter a bañar, ¿vale? —Le informo.

— Pero te acabas de cambiar, niña. O al menos eso parece. — Dice con una sonrisa burlona y me sorprende el que tenga razón.

Me quedo unos segundos en silencio.

— Pues... me vuelvo a... — Me acerco a la puerta del baño —, colocar la ropa...

Y con eso cierro la puerta del baño detrás de mi.

👄👄👄

Salgo de la ducha, acercándome al tocador. Thomas esta sobre la cama, con las piernas cruzadas y una libreta abierta sobre estas. Un lápiz se desliza por la pagina, trazando líneas rectas y curvas, y uno que otro círculo.

— ¿Qué dibujas? — Pregunto mientras me cepillo mi cabello mojado.

Siento unas mano en mi cintura, el mentón de Thomas sobre mi hombro y su respiración rosando mi piel. No dejo de hacer mis actividades frente al espejo.

Los labios de Thomas se colocan sobre mi cuello, suelto un quejido como puchero; la sonrisa en la boca de Thomas se ensancha, dándose cuenta de que puede conseguir lo que desee.

Un beso más sobre mi piel. Otro un poco más elevado. El camino de besos comienza, hasta debajo de mi oreja. Y ahora es el lóbulo el que termina siendo víctima de sus suaves labios.

¿Sin humanos? (Thomas Brodie-Sangster y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora