• cinco

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infancia

Ha aprendido
a soñar despierta,
a sentir la adrenalina
corriendo por sus palmas.

Si la vida es esto,
quiere correr
hasta sobrepasarla.

Escucha
el auto-engaño
de aquellos
que se sienten sabios
sin haber leído
sus propias páginas.

Qué ironía suya,
de ser tan pequeña
y haber podido observar,
reflejada en sus ojos,
a su verdadera esencia.

Esa que muchos
no consiguen
y que es difícil
de percibir
si no se ve la montaña,
detrás de la espesura
de los árboles.

Por el simple hecho
de que los sueños
no aparecen si los contamos
en segundos,
pero sí
si se cuentan en huellas.

Abril ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora