• cuarenta

17 4 0
                                    

caos

Nunca me he sentido tan perdida.
Incluso en mi propia casa
las manos parecen extrañas,
y me aferro al caos que me vio nacer.

Ahora en el transporte público
me quedo anonadada
sin pensar en nada
ya no quiero creer.

Y cuando aquello que me consumía
se volvió mi vecino,
empezó a tocar mi puerta todas las mañanas.
Un dolor impropio,
parecido a la nostalgia,
me observaba por la mirilla.
Y yo seguía sin querer abrir.

Pues del caos que absorbía mi vida
ya no recuerdo demasiado.
Ha pasado de ser mi vecino
a dormir a mi lado.
Ha calado tan hondo
que ya es parte de mis huesos,
de mi esencia,
de todo lo que alguna vez fui.

El caos se ha convertido
en mi nuevo alter ego.
Así que cuando conozco a alguien
teme recoger mi desorden,
teme romper sus propias piezas.
Teme amar el caos,
teme amarme a .

Abril ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora