Capitulo 9.

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Le lanzo otra almohada pero el logra atraparla y lanzarmela de regreso, dándome en el hombro. Chillo y tomo otra para lanzarsela.

Pero cuando estoy por girar el ya esta frente mio, sosteniendo mi muñeca.

-Suéltame idiota. - espeto forceando.

Toma la almohada con la otra mano pero el me la arretaba haciéndome tropezar y ambos caer al colchón, con el arriba mio, y mi falda alzada, dejando ver mi bragas color vino con adornos de encaje.

-¿Que haces aquí?. - pregunto.

Muevo mis manos pero el todavía las sostiene, pero con una mano ya que con la otra se sostiene a el para no aplastarme con su peso.

-Vine a ver a mi mejor amiga, ¿a caso no puedo?. -pregunta con su voz mas ronca de lo normal.

Intento moverme pero rápidamente el me toma de las caderas para detenerme.

-Deja de moverte así. - gruñe.

Frunzo el ceño para después ver entre nuestros cuerpos la erección que esta creciendo, sonrió llena de sorna y elevo mis caderas para enrollar mis piernas a su alrededor.

-¿Porque?, ¿le temes al gran deseo que me tienes?.

El me toma de la cadera intentando alejarme pero se ve frustrado al no lograrlo, la éxtasis se ve en sus facciones cuando me empiezo a mover, rozando nuestras intimidades.

-Si quieres jugar hagámoslo. - dice tomándome de la espalda baja para que nos rocemos mas.

Siento lo duro que se esta poniendo y también esta haciendo que empiece a sentir la humedad en mi entrepierna, el acaricia desde mis rodillas hasta el hueco de mis muslos, llegando a mis bragas.

El sonríe victorioso al notar lo mojada que estoy por este imbécil con complejos al dios del sexo.

Suelta mis muñecas mientras sigue acariciando mi piel desnuda, enredo mis dedos en las hebras de su rubio cabello y escondo mi rostro en su cuello para que no veo que intento reprimir numerosos jadeos y gemidos.

Lo tomo de los hombros cuando mete un dedo dentro de mi, haciendo soltar ese gemido.

Maldita sea...

El mueve mas su dedo y ahora siento como mete dos.

Lo quitó rápidamente de mi, con la respiración pesada y con no solo mi corazon palpitante.

-Este es un juego de dos, - empieza a decir Matteo llevándose los dedos a la boca - y sin duda yo gane - se acerca a mi hasta llegar a mi oído y susurra. - sabes delicioso.

-Eres un idiota, no se ni que quieres o porque estas en mi habitación ahora. - le recrimino empujándolo.

Empujando al único idiota que me tiene.

-Contigo no quiero nada, - lo veo a los hermosos ojos verdes y trato de parecer que no me dolió lo que dijo. - me debes un favor, y lo quiero cobrar.

Desvío la mirada acomodando bien mi falda, giro sobre mi eje para dirigirme a el sofá y mientras camino hacia el, dándole la espalda a Matteo cierro los ojos fuertemente para dispersar el dolor.

-Yo no te debo nada.

- A ver si te refresca la memoria un cierre de trato, donde obviamente no te estaba follando pero hicimos creer a tu papá que si para que la niña de papi no se sintiera mal por el enojo de su progenitor.

Lo odio...

- ¿Qué quieres?. - digo furiosa.

Sonríe ladeadamente y se coloca de cuclillas frente a mi.

-Quiero volver con Allison, así que convencela para que vuelva conmigo.

Cierro los puños a mis costados, enterrando mis uñas en las palmas de mi mano.

-No eres popular, no puedes ser novio de alguna de mis amigas.

De lo mas estúpido que has dicho.

-Tal vez no este en tu mismo circulito de populares pero muchas, incluyéndote quieren estar conmigo. - me guiña el ojo.

Ruedo los ojos y con mi pie lo alejo.

-No puedo hacer nada.- susurro.

Lo veo fruncir el ceño.

-Ella esta enamorada de Ethan, y ahora mismo, están... - dejo la frase al aire.

¿Y si en realidad el la quiere?, le dolería saber que ella esta en plena entrega de virginidad... No, no puedo hacerle eso a el, a el si le quiero.

-¿Están que Danae?, mira, Ethan es tu novio y se que Allison si es virgen, así qué, por favor no me vengas con tus mentiras de esta follandose a tu novio. - dice haciéndome verlo a los ojos.

Le susurro que Ethan ya no es mi novio y el enarca la ceja, luego, desvía la mirada como si estuviera pensando lo anterior que dijo, temiendo que sea verdad. No puedo dejarlo ir.

Corro descalza hasta la puerta y le impidió el paso.

Mi pregunta de "a donde vas" se ve golpeada con la suya, "que haces".

-Yo pregunté primero. - sonrió.

El me toma de la cintura y me mueve con facilidad, lo tomo del brazo, abrazandome a el y no dejo si quiera que abra la puerta.

-Danae, - me advierte. - ¿que mierda te pasa?.

Trago saliva y me abrazo mas a su brazo, sintiendo esa parte de músculos tensarse.

- Lo de que dije... ¿es verdad?.

Aprieto mi mandíbula ante su pregunta y solo lo abrazo. Empezamos un forceo en el que mi móvil se cae del buró, en el supuesto chat donde están las imágenes, suelto rápidamente el brazo de Matteo cuando lo veo tomar mi móvil, admirando las fotografías.

-Matteo dámelo. - chillo saltando un poco para tomarlo.

El rubio mira con mas detenimiento y al ver su mueca dolorida me detengo, dejándome inmóvil, sus facciones se endurecen haciendo que su expresión se vuelva fría.

Suspiro y le arrebato el móvil.

-Matteo... - susurro acercándome mas a el.

El me mira furioso, haciéndome retroceder, golpeando mi espalda con la puerta.

-Siento que tú has planeado todo eso. - su tono ha salido intimidante.

Empiezo a balbucear y el solo me hace a un lado para tratar de abrir nuevamente la puerta.

Logro impedirselo, lo giro y tomo su rostro entre mi manos, colándome de puntillas y besandolo, como si estuviera clamando un poco de su amor y atención.

El me toma de las manos pero profundizo el beso, el beso que me empieza a seguir.

Nos separamos y lo abrazo.

-Perdón..., no sabia siquiera que aun la amabas.

-Yo no sabia que tú aun me amabas.

Sangre, sudor y lágrimas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora