Alberto Vollmer: Salsa bearnesa, de origen monárquico

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Con cierto parecido a la salsa holandesa, la salsa bearnesa resulta de una emulsión a base de yemas de huevo, jugo de limón, vinagre, mantequilla, estragón y chalotas(un bulbo, similar a una cebolla pequeña, pero más aromático).

Esta salsa va acompañada perfectamente con las carnes al grill, aunque también suelen servirse con pescados cocidos de la misma forma. La bearnesa lleva su nombre en honor de Enrique IV, que era natural de Bearne (una región de Francia situada a los pies de los Pirineos); pero él no la conoció.

Era apodado "le bon roi Henri", el Buen rey Enrique, a él se le atribuye la frase que expresa su deseo de que los campesinos franceses pueden poner todos los domingos "une poule au pot", un pollo en las ollas, es precisamente de esa "poule au pot" procede un consomé gourmet: la "petite marmite Henri IV".

Esa frase gastronómica hacía referencia sobre su política de hacer feliz a su pueblo, no solo por medio del poder sino por la paz y prosperidad.

Uno de los platos típicos franceses se trata de un filete grueso y redondo, cortado del corazón del solomillo, salteado en mantequilla, que se sirve con guarnición de alcachofas y papas "noisette", y se acompaña precisamente con esa salsa bearnesa.

Según el periodista gastronómico y escritor español Néstor Luján, esta salsa, bautizada así en honor del rey francés Enrique IV, no se creó hasta finales del siglo XIX, concretamente en un restaurante que justamente se llamaba "Le Pavillon Henri IV", aunque en 1870 Alejandro Dumas padre, en su "Gran Diccionario de Cocina", reseña una salsa a base de chalotes muy parecida.
Para la realización de esta salsa, se coloca en una cacerola chalotes, que puede sustituirlos por cebollas tiernas, perejil y estragón picados de forma pequeña, junto con una cucharadita de vinagre y otro tanto de vino blanco; se sazona con sal y pimienta y se acerca al fuego hasta que el líquido se reduce a un tercio de su volumen.
Se retira la cacerola del fuego y, cuando se ha templado, se le añaden dos yemas de huevo, batiendo muy bien. Cuando las yemas empiezan a espesarse, se va incorporando con cuidado mantequilla (unos 100 gramos) en trocitos, sin dejar de batir. Cuando está como una mayonesa se comprueba el punto de sal, se pasa por un colador chino y se sirve caliente.

 Cuando está como una mayonesa se comprueba el punto de sal, se pasa por un colador chino y se sirve caliente

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  Es ideal para acompañar carnes a la parrilla, aunque también va con los pescados  

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