«Capítulo 1»

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Capítulo 1: " Ya no puedo"

Bella POV

Otro día más de discusión, aquella rubia me tenía harta, otra vez estaba coqueteando con Edward. Él hablaba con ella, pero me molestaba que no se moviera de allí.

Estábamos en una cena del hospital en el que trabajaba Edward, Tanya también trabajaba allí, era doctora.

Aparté la vista de ellos cuando vi que Edward venia hacia acá.

— ¿Estás cómoda aquí?— preguntó, me crucé de brazos y lo volteé a ver.

— ¿Crees que me siento cómoda viendo cómo Tanya te coquetea?— pregunté sarcásticamente, él rodó los ojos.

— ¿Ya vas a comenzar otra vez?— dijo entre dientes, pues había gente cerca.

—Sabes que, ya me quiero ir— tomé mi bolso y me levanté de la silla, pasé a un lado de Edward y salí del salón. Subí al auto y azoté la puerta.

Edward apareció a los minutos, encendió el auto y condujo hasta la casa.

—Pareces una niña haciendo esos dramas frente a las personas— dijo enojado, levanté mis cejas y sonreí.

— ¿Una niña?, Edward si quieres evitar mis dramas frente a las personas deja de hacerle caso a Tanya— respondí yo también enojada.

— ¿Puedes dejar de ponerte celosa de Tanya, por favor?— como se atrevía a pedirme eso, ¿como creía que no me iba a poner celosa viendo cómo la rubia oxigenada le coqueteaba y se le insinuaba? ¡¿Cómo demonios me iba a pedir eso?!.

— ¿Qué no me ponga celosa?, ¡como demonios crees que no me voy a poner celosa viendo cómo Tanya se te insinúa!— grité, era estúpido que me pidiera eso.

—Eres muy dramática— negó con la cabeza, lo fulminé con la mirada.

—Es estúpido tu comentario— fue lo último que dije antes de salir del auto, volví a cerrar la puerta con fuerza y entré a la casa a grandes zancadas. Subí las escaleras y tiré el bolso a la cama.

—No tienes porque hablarme así, Isabella— Edward entró a la habitación, puse los ojos en blanco y me adentré al baño— ¿Me escuchaste?— me tomó del brazo, me zafé de su agarré.

—Déjame— lo empujé, estaba apunto de cerrar la puerta cuando él la abrió.

—No.

—Lárgate Edward, no te quiero aquí— lo intenté empujar, pero tomó mis manos y me recargó contra la pared, llevó mis brazos hacia arriba y me miró directo a los ojos.

—No me voy a ir— su aliento choco contra mi rostro, estaba tan cerca de mí.

—Vete— lo miré con enojo.

—Ya te dije que no— volvió a responder, intenté zafarme.

—No estoy jugando Edward, vete de aquí— lo amenacé, sus ojos verdes miraron los míos profundamente, casi caigo de rodillas a sus pies, pero me contuve— Edward Cullen, Vete— alcé la voz, él negó con la cabeza. Estaba otra vez apunto de intentar zafarme cuando estampo sus labios en los míos, intenté alejarlo.

Me tomó entre sus brazos.

— ¡Bájame!— grité, me tumbó a la cama y se posicionó encima mío, me besó fuertemente y apasionadamente. Quería quitármelo de encima pero el placer me inundó, causando que dejara de pensar.

Se deshizo de mi vestido, yo desabroché su pantalón, lo tomé de la nuca para que se acercara más a mí, lo seguí besando, mis bragas se sentían húmedas, hice mis piernas hacia los lados.

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