«Capítulo 49»

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Dos meses después....

Bella POV

Ayudaba a Esme a preparar la mesa, poniendo los cubiertos y manteles, ella servía la cena en los platós.

—Gracias cariño, pero debes de tomar más precauciones, dentro de poco entrarás en labor de parto— acaricio mi espalda de forma maternal, sonreí mirando mi gran abultado vientre.

—Lo sé, pero quiero ayudar— me encogí de hombros, ella negó con una sonrisa.

—Bien, pero no es necesario— se dio la vuelta.

Camine hacia la sala, ahí estaba Alice con Lizzie jugando con unos bloques de colores.

Después entraron Emmett y Edward seguidos por Jasper, iban riendo mientras conversaban animadamente. Volví mi vista hacia Lizzie quien parecía muy feliz de jugar con su tía.

— ¿Está todo bien?— Edward se acercó a mí, acariciando mi vientre.

—Sí, todo está perfecto— sonreí mirando sus ojos, él asintió dejando un pequeño beso en mi frente.

Emmett corrió hacia Lizzie para tomarla entre sus brazos y darle vueltas por el aire, ella reía a carcajadas, mi pequeña era demasiado querida, y como no, sí era la niña más dulce en este mundo.

—Ota vez, ota vez— pidió mi pequeña aún con carcajadas, Emmett suspiro y sus ojos se enfocaron en nosotros, nos pedía ayuda.

—Tú empezaste, ahora terminas— Edward rodeo mis hombros con su brazo, Emmett tomó aire y siguió dándole vueltas a Lizzie, reí.

.

Cenamos en casa de los Cullen, todos nos encontrábamos en la sala, Carlisle nos contaba algunas anécdotas de su trabajo.

Lizzie estaba en la alfombra jugando animadamente y hablando en su idioma, Edward a mi lado no dejaba de verme.

— ¿Qué?— pregunté levantando mis cejas, no sabía que era lo que miraba.

—Eres tan hermosa— una pequeña sonrisa se asomó en sus labios, rodé los ojos y le di un pequeño golpecito, él rió.

No me sentía muy bonita, el embarazo me tenía muerta, muy apenas dormía y estaba comiendo demasiado, ni siquiera quería saber cuánto pesaba, pero para los ojos de Edward, yo seguía siendo aquella Bella delgada, la cual tenía su rostro bien cuidado y aquella gran energía.

Lizzie se levantó de la alfombra tallándose sus ojos, un pequeño puchero se formó en sus labios, alguien tenía sueño.

Comenzó a quejarse, rápidamente Edward la tomó, comenzó a mecerla en sus brazos delicadamente mientras Liz callaba sus sollozos. No sabía que haríamos cuando el bebé naciera, Lizzie odiaba que la despertaran, cosa que pronto pasaría demasiado seguido.

— ¿Cuando nacerá?— preguntó Rosalie acariciando mi vientre.

—Dentro de un mes— respondí con emoción, moría por conocer al nuevo integrante de la familia pero a la vez me aterraba.

— ¿Aún no saben qué será?— ahora pregunto Emmett mirándonos.

—Bella quiere que sea una sorpresa, sigo en desacuerdo con su elección pero pronto lo sabremos— comentó Edward de pie meciendo a Lizzie.

—Yo no entiendo como quiere Bella que vaya de compras sin saber qué será, tendré que usar mi suerte y ver si atino— se encogió de hombros Alice, reímos.

A las nueve de la noche nos fuimos de la casa Cullen, llegamos a la nuestra exhaustos, yo no soportaba la espalda y moría de sueño.

—Princesa, tienes que dormir— escuchaba como Edward le insistía a Lizzie pero ella gruñía y decía que no.

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