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Epílogo

Dos años después...

Edward POV.

Me desperté temprano, pues debía de dejar a Lizzie en el preescolar, después ir a mi trabajo.

Bella yacía en la cocina mientras preparaba el desayuno, Lizzie animadamente hablaba con su madre, me daba nostalgia ver cómo crecía tan pronto,  ya tenia cuatro años.

Besé la frente de mi hija y después le di un pequeño beso a Bella.

—Puaj, que asco— respondió Lizzie sacando su lengua, reí y me senté con ella en la mesa.

—Eso dices ahora nena, después no creo— respondió Bella dándole el desayuno, ella la miró confundida pero se dedicó a comer, mientras que yo miraba seriamente a Bella.

— ¿Qué?— preguntó dejando también el plato frente a mí, negué con la cabeza molesto.

—Lizzie no tendrá novio— tomé el tenedor, Bella soltó una carcajada, ni siquiera podía pensar en que mi hija algún día me iba a presentar... ugh no.

—Sí tú lo dices— también se sentó a comer, fruncí mi ceño y la miré molesto aún.

—Sí, no tendrá novio, no— alcé un poco mi voz, ella levantó sus manos en rendición, y continuó comiendo.

— ¿Qué es un novio?— preguntó mi pequeña, Bella estaba apunto de hablar pero no la dejé.

—Es un monstruo— levanté mis cejas, Lizzie abrió sus ojitos como platos, Bella me miró con enojo y rodó sus ojos.

—Yo no quiero uno— negó, asentí más tranquilo, eso me ayudaba, esperaba que ella siguiera con ese pensamiento.

Terminamos de desayunar, Bella colocaba la pequeña mochila en la espalda de Lizzie.

—Ten un bonito día, mi vida— se puso en cuclillas y apartó varios cabellos del rostro de nuestra hija.

—Sí mami— respondió dándose la vuelta, tomó mi mano. Le di un pequeño beso en los labios a Bella como despedida, salimos de la casa.

Durante el trayecto al preescolar, Lizzie me iba preguntando cosas, muy costumbre en ella.

—Bien princesa, llegamos— estacioné el auto, ella miró rápidamente por la ventana.

—Son muchos niños— dijo sin apartar la mirada de los niños que iban entrando, sonreí un poco y salí del auto para sacarla de su sillita.

—Sé que tendrás muchos amigos— tomé su manita, parecía nerviosa pues veía a todos lados.

Llegamos a su salón de clases, algunos niños seguían con sus padres, mientras que otros jugaban con los juguetes que se encontraban ahí.

— ¿Estas lista?— me puse a su altura, sus ojitos demostraban un poco de miedo. No me respondió, volvió a mirar hacia el salón.

—Nena, todo saldrá bien. Jugaras mucho y harás muchos amigos— acaricié su cabello, ella volvió a mirarme.

— ¿Lo prometes?— sus ojitos se iluminaron, asentí con una sonrisa.

—Lo prometo— se abalanzó hacia mi brazos, la abracé de la misma forma, mi pequeña crecía cada vez más, como me gustaría detener el tiempo y tenerla conmigo siempre.

Entró a su salón de clases no sin antes despedirse de mí agitando su mano, sonreí y salí de ahí.

Llegue a mi trabajo con un sentimiento de nostalgia.

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Bella POV