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«Capítulo 37»

Edward POV

Después de estar horas y horas atendiendo a las personas, mi descanso había llego, salí de mi consultorio para poder entregar los expedientes médicos e irme a comer algo.

Otra vez estaba aquella nueva doctora merodeando por los pasillos, se me hizo un poco extraño que ella me viera y rápidamente se metiera a una de las habitaciones, fruncí el ceño pero no le di más importancia.

—Listo, están todos los papeles llenos. Al parecer cada día es más largo— dije entregándole los expedientes a Ángela, ella asintió con un suspiro al final.

—Lo sé, Edward, gracias por los expedientes. Deberías de ir a comer antes de que se haga más tarde— sonrió tomando los papeles.

—Gracias, nos vemos más tarde— salí del hospital, cada vez el ambiente era más estresante, este hospital se había hecho uno de los más populares en Forks, y cómo era de imaginar, mucha gente decidía venir a el.

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Abrí la puerta del apartamento, estaba todo silencioso, dejé las llaves en donde siempre y me asomé. Bella dormía en el sofá, en la alfombra yacía un libro abierto por la mitad. Parecía que se había quedado dormida mientras leía.

Recogí el libro y lo coloqué en la estantería, para luego apartar un mechón de cabello, de su rostro.

—Cariño, ve a recostarte— susurré acariciando su espalda, talló sus ojos y después los abrió.

—Debí haberme quedado dormida mientras leía— dijo con voz adormilada, sonreí.

—Ve a dormir, te ves cansada— besé su frente, ella negó y se incorporó en el sofá.

—Olvide recalentar la comida— estaba apunto de levantarse.

—Bella, yo puedo hacerlo... ahora haz lo que te digo, y ve a dormir— le ordené, ella suspiró y se levantó del sofá para irse a la habitación. Sonreí y me dirigí a la cocina para poder recalentar la comida.

Mientras lavaba los trastes, escuché el llanto de Lizzie, cerré el grifo y fui directo hacia la habitación.

Estaba sobre su cuna, tallándose los ojos. La levanté con cuidado y la acomodé en mis brazos, comencé a arrullarla, Lizzie aparto las manitas de su rostro y me miró, una pequeña sonrisa se formó en sus labios y tapó su carita con sus pequeñas manos.

Reí, y le hice cosquillas, ella también comenzó a reír.

— ¿Cómo estás preciosa?— dije mirándola con cariño, quitó sus manitas de su rostro, y comenzó a balbucear.

Pase la tarde con ella, ya que Bella estaba sumergida en un profundo sueño, Lizzie cada vez me sorprendía más, ya que iba aprendiendo demasiadas cosas y trataba de decírmelas. Parecía una niña grande.

La hora de mi descanso había terminado, así que fui a despertar a Bella para avisarle que ya me iría.

—Está bien, ¿y Lizzie?— preguntó sentándose en la cama.

—Está viendo televisión— apunte hacia la sala, ella asintió y me besó como despedida, no quería que Lizzie comenzará a llorar.

Sigilosamente salí del departamento.

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Bella POV

Salí de la habitación cuando Edward se fue, ahí estaba Lizzie, sentada en la alfombra como él había dicho.

Me senté en el sofá, ella se dio cuenta de mi presencia.