«Capítulo 24»

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Capítulo 24: " El comienzo "

Preparaba el almuerzo, Edward se había quedado a dormir, claro en otra habitación, que lo haya abrazado no significaba que ya podíamos dormir juntos.

Cuando los hot cake ya estaban listos, los coloqué en un plato y los dejé sobre la mesa, Lizzie aún dormía al igual que Edward, o eso creía yo.

—Huele muy bien— dijo Edward con voz adormilada, volteé a verlo con asombro pues me había asustado, estaba tallándose los ojos, su cabello despeinado lo hacia verse muy tierno.

—Me asustaste— rodé los ojos, él sonrió.

—Lo siento, no era mi intención.

Me di la vuelta y corté un poco de fruta, la mano de Edward acarició mi cintura, lo miré.

—Edward...— musité nerviosa, miró mis ojos, tragué saliva. Me sentía incómoda.

Lizzie comenzó a llorar, rápidamente me hice a un lado y caminé hacia la habitación de mi pequeña.

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Edward POV

Me había quedado a dormir en el departamento de Bella, el abrazo que me había dado había hecho que me sintiera mejor.

Almorzamos juntos, hoy tenia que regresar al hospital y la verdad no quería hacerlo, quería quedarme toda la tarde junto a Bella y Lizzie.

Miré a Lizzie quien me extendía los brazos, la tomé.

—Parece que se ha encariñado contigo— indicó Bella, sonreí, era verdad, ahora Lizzie no quería estar lejos de mí.

Caminamos hacia la sala, me senté en el sofá con Lizzie, Bella nos siguió.

— ¿Hoy tienes que ir al hospital?— indagó mirando a Lizzie.

—Sí, no quiero hacerlo.

Ella sonrió, Lizzie comenzó a balbucear y me extendía sus peluches, comencé a jugar con ella, sus carcajadas hacían que riera, era una niña muy alegre.

La mañana se pasó en un instante, y la hora de ir al hospital había llegado, me despedí de Lizzie.

—Adiós, mi vida. Luego vendré a verte— besé su frente, ella me miró fijamente y después un pequeño puchero apareció en sus labios—
No, princesa, no llores— la tomé entre mis brazos, Lizzie recostó su cabecita en mi hombro y escuché cómo sollozaba en él.

Acaricié su pequeña espalda y junté mi barbilla en su cabeza, Bella nos miraba con una pequeña sonrisa.

—Prometo venir mañana. ¿Okay?— la miré a los ojos, ella comenzó a a llorar, la junté de nuevo en mi pecho y la arrullé.

—Lizzie, cariño, papá se tiene que ir a trabajar, vendrá más tarde— esto último lo dijo mirándome a mí.

— ¿Puedo venir saliendo de mi turno?— cuestioné con las cejas levantadas.

—Si eso la tranquiliza, sí.

—Vendré más tarde— le entregué a Lizzie, ella asintió con la cabeza, salí del departamento con una sonrisa, al fin Bella comenzaba a aceptarme.

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El turno de hoy había sido tranquilo, a comparación de los otros días, agradecí al cielo que así fuera pues quería ir con mi hija.

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