Bella y Edward estaban casados, en su matrimonio todo iba bien, sólo que comenzaron a tener problemas, discutían demasiado; causando que Bella no aguantara más y decidió pedirle el divorcio. Después de un año de divorciados, volvieron a encontrarse...
— ¿Por qué le enviaste un mensaje a Jacob ayer?— preguntó cruzándose de brazos, confundida levanté la mirada y fije mis ojos en él.
— ¿Cómo... cómo sabes?— entrecerré mis ojos, ¿había leído mis mensajes?.
—Ayer mientras dormías, llego una notificación a tu celular, era Jacob. ¿Por qué te tenía que enviar mensajes tan tarde?— fruncí el ceño, parecía molesto. Acomode a Lizzie en mis brazos.
— ¿Estás diciéndome, que leíste mis mensajes?— lo cuestioné con un poco de enojo, no estaba de acuerdo si eso era lo que había pasado mientras yo dormía.
—Sí, ¿por qué le pediste perdón cuando tú y yo discutimos? ¿Por qué tuvo que ser justo ayer?— me miraba con sus ojos llenos de enojo, parecía celoso también, tragué saliva.
—Porque sí, porque yo puedo hacer lo que quiera con mi teléfono. Y la verdad no sé por qué leíste mis mensajes— me di la vuelta, pero Lizzie comenzó a quejarse y a extender sus brazos, rodé los ojos— ten a tu hija, ha estado llorando por ti toda la tarde.
Edward tomó a Lizzie, caminé hacia la habitación y me senté a los pies de la cama, y restregué las manos en mi rostro, me molestaba el hecho de que Edward había tomado mi teléfono, yo nunca le hice algo parecido ni cuando estaba muy junto con Tanya.
.
Cayó la noche, estaba recostada sobre la cama, Lizzie ya se encontraba dormida y Edward seguía por ahí.
No podía dormir, así que decidí ir por un vaso con agua, al abrir la puerta de mi habitación lo primero que vi fue a Edward en el sofá viendo televisión, hice como si no lo hubiera visto y fui a la cocina por un poco de agua.
La bebí en cuestión de segundos, caminé hacia mi habitación. No pude controlarlo y lo volví a ver, él continuaba en la misma postura, ni siquiera se percataba de que yo lo estaba viendo.
Tomé un bocado de aire y caminé hacia él, tomé sus mejillas y acerqué mis labios a los suyos, fue un beso pequeño, Edward me miró sorprendido.
—No puedo estar enojada contigo— dije acariciando su mejilla, él apagó la televisión y me miró directo a los ojos.
—Ni yo contigo, si no te quise decir lo de Tanya fue porque ya no quería recordarlo, ya no quería hacerte sentir peor, no me gusta verte sufrir y no quiero ser el culpable de tu sufrimiento... así que perdóname— bajo la mirada, sonreí un poco y besé su mejilla.
—Está bien, me exalte un poco pero no puedo imaginarme a ti con otra persona... ni siquiera quiero pensarlo— sacudí mi cabeza sacando esos pensamientos de ella.
—No pienses más en eso, aquí estoy, junto a ti— besó mi frente, sonreí y me aferré a su cuello.
Esa noche Edward volvió a dormir conmigo, recosté mi cabeza sobre su pecho mientras que él acariciaba mi cabello lentamente, el sonido de los latidos de su corazón eran como una melodía la cual hacía sentirme segura y tranquila, cerré mis ojos y esperé a que los brazos de morfeo llegaran a mí.
Al final no podía estar enojada con Edward, trataría de olvidar lo que en un pasado sucedió, sabía que él estaba arrepentido y que había cambiado.
Ahora trataría de que las cosas estuvieran mejor, me aferre a su camisa mientras que su aroma invadía mis fosas nasales, de verdad, no podía vivir sin él.
Lo amaba... lo amo mucho.
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~•~
¡Nuevo capítulo!
Este estuvo más corto de lo normal, pero como les dije, mi imaginación no está trabajando muy bien, menos ahora que estoy en semana de exámenes :|.
Pero quise publicar este capítulo por mi cumpleaños, sí... hoy es mi cumpleaños.
¡Espero que les haya gustado!
Algunas de ustedes me pidieron que ya solucionaran su problema... así que aquí está ;)
