Capitulo 6

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Lunes, hoy era la entrevista con la señorita Kavanagh, como deseo ahora mismo estar en Aspen, con Ana, sentados en el sofá viendo una película o en la piscina jugando como dos niños pequeños.

-Buenos días Señor Grey-Andrea, esa mujer es muy eficiente, tal vez debería ascenderla.

-A mi oficina por favor-le pedí-Con mi agenda.

Ya en mi oficina, me comenzó a decir lo que tenía el día de hoy.

-Reunión con los inversionistas franceses a las 8:30. Entrevista con la Señorita Kavanagh para el periódico estudiantil a las 9:45...-siguió recitando mi agenda.

Le agradecí y le pedí que se retirara. A las 8:25, alise mi traje y camine en dirección a la sala de juntas. Me espera una larga hora...

Una hora después...

Al fin, perdí una hora de mi vida en esta estúpida reunión, al final no llegamos a nada. Simplemente se fueron, aunque ahora me toca algo peor. Katherine Kavanagh

Regrese a mi oficina, pedí un café, necesitaba algo para calmarme los nervios. Inmediatamente la segunda asistente, Olivia, me lo trajo.

-La señorita Kavanagh esta acá señor Grey-dijo Andrea por el intercomunicador.

-Hágala pasar-tome aire y mire fijamente la puerta.

Espere ver una melena rubia, pero no, era castaña y atada en una cola. Con unos bonitos ojos azules. Espera...esa no es ¿Ana?

- ¿Anastasia?

-Hola Christian-me dio una sonrisa.

No dude en levantarme e ir a abrazarla.

-Estas aquí-inhale el dulce olor que su cabello desprendía.

-Si estoy acá.

-Pero...pero ¿Tu...?

-Sé que te preguntas que demonios hago acá. Kate está enferma, no podía ni moverse de la cama, me pidió o mejor dicho me rogo que viniera por la entrevista-explico.

-Me alegro-susurre.

-Christian...-suspire- Solo estas así porque estoy acá ¿Verdad?

-Sí y lo sabes, no sabes cómo me alegra tenerte en mi oficina. Tal vez sobre el escrito...-un golpe en la frente me callo.

-Compórtate Grey-me dijo. Se separó de mí y comenzó a mirar toda la oficina-Muy bonita...y elegante.

-Ese es mi estilo-dije pagado a mí mismo.

-Eso ya lo sé hace tres años cariño-me miro y le dio un beso-Las preguntas Christian-levanto el papel que tenía en sus manos.

-Bien.

Nos sentamos en los sillones, saco una grabadora y comenzó a buscar algo.

- ¿Necesitas algo?-pregunte. Se puso roja.

- ¿Tienes algún lápiz?

Me levante de mi asiento, regrese a mi escritorio, abrí el cajón y saque el lápiz con el nombre de mi empresa.

-Aquí tienes-le tendí el lápiz. Ella examino el lápiz, me pareció escuchar "Increíble".

-Bueno Señor Grey comenzaremos con las preguntas-se puso seria y no pude evitar reír-Sabes que no soy buena en estas cosas.

-Lo sé, así que te lo hará más fácil. Dame la hoja y ven acá-indique mi regazo. Soltó una carcajada y se sentó en mis piernas, con su espalda recostada en mi pecho.

Comencé a leer las preguntas "Es usted muy joven para haber amasado un imperio ¿A qué se debe su éxito?" "¿Le parece a usted que su poder es inmenso?" "¿Cuáles son sus intereses, aparte del trabajo?"...etc.

Respondí todas las preguntas con cierta irritación, cuidando lo que digo, para que no haya sospechas de lo nuestro. Sé que Katherine escuchara el audio.

Estábamos tan concentrados en estar así sobre el sillón, hasta que alguien toco la puerta. Ana se levantó de mi regazo y se fue a su sillón toda colorada.

-Adelante-gruñí.

-Lamento la interrupción Señor Grey, pero su reunión comienza en cinco minutos-dijo Andrea sin considerar mi tono.

-Posponla o cancélala, aun no termino con la entrevista-dije cortante.

-Si Señor-cerro la puerta.

Regrese mi mirada a mi bella novia.

-No hagas eso por mí, es tu trabajo Christian-Ana intento levantarse.

-Nop, tú te quedas, tu eres más importante-me levante de mi asiento

-Pero...-me acerque a ella y levante mi dedo, silenciándola.

-Nada de peros...tú te quedas acá, conmigo, en donde perteneces-la levante de su asiento y la abraze lo más fuerte que pude. La tentación me gano y la bese, la bese como si no hubiera un mañana, con todo el amor que sentía por ella, intentaba decirle lo mucho que la adoro, respeto, venero con todo mi corazón.

Mis piernas se mandaron solas y cuando me di cuenta tenia a mi novia sentada en mi escritorio y yo frente a ella. Toda sonrojada, labios hinchados y ojos brillantes. Mi deseo creció y volví a besarla. La amaba con todo mí ser. Ella retiro mi saco torpemente, luego la corbata y estaba intentado desabotonar mi camisa cuando un chillido para nada masculino se escuchó en la puerta...

- ¡Ay! ¡Mis ojos! ¡Demasiado para mis inocentes ojos!-el estúpido de mi hermano estaba parado en la puerta con los ojos cerrados.

Ana se separó de mí y se puso aún más roja, yo quería reírme por la situación, me sentía un adolescente al cual habían atrapado liándose con su novia en un lugar no apropiado. Otra primera vez. Me puse serio y mire a Elliot.

-¿Por qué demonios entras a mi oficina sin tocar...otra vez?-pregunte irritado recordando la vez que hizo lo mismo, solo que en ese entonces no me encontró en una situación como esta...Incomodo.

- ¿Están decentes?-pregunto aun con los ojos cerrados.

-Si Elliot. Ahora responde mi pregunta ¿QUE TIENES CON ENTRAR A MI OFICINA COMO SI ESTUVIERAS EN TU CASA?

-Tranquilo hermanito, solo que por segunda vez, que no escuches cuando toque la puerta no es culpa mía-se justificó-Si me disculpas, debo presentarme.

Se acercó a nosotros y tendió la mano en dirección a Ana.

-Hola, soy Elliot Grey, encantado de conocerte dulzura-dijo con voz melosa. Qué asco. Mi Ana volvió a sonrojarse.

-Soy Anastasia Steele-respondió bajito.

- ¿Anastasia? ¿Ana? ¡ERES TU!-Elliot parecía haber descubierto un nuevo universo- ¡Tú eres el que trae babeando a Alexander!

¡Oh no! Lo dijo, mi hermano morirá.

- ¿Alexand...?-Ana giro a verme. Parecía confundida.

-Soy yo-lance un largo suspiro.

Ella pareció comprender y una sonrisa apareció en su rostro.

- ¿Tú no tienes un segundo nombre?-mi novia le pregunto a Elliot.

-Prefiero no decir...-hora de pagar hermanito.

- ¡Claro que tiene! ¿Verdad Leeroy?- ¡JA! Chúpate esa hermanito. Le guiñe un ojo.

Ana esta vez no puedo evitar reír, estallar en carcajadas seria la palabra correcta. Me miro y dijo.

-Falta que tu hermana se llame Mia Cassandra, no me sorprendería-con mi hermano nos quedamos piedra. ¿Cómo lo supo?

-De hecho-dijo Leeroy-si es su segundo nombre.

Enamorado de mi "Amiga"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora