Enamorado de mi "Amiga"

Capítulo 9

<<Ana>>

Llámame. Urgencia.

Su mensaje me alerto. No me tomo ni cinco segundos marcarle.

— ¿Estás bien nena?—pregunte.

—No, no sé qué vestido elegir. Kate me presto varios pero no se cual ponerme. Ayúdame Christian—dijo rápido.

—Cálmate Ana, enciende la laptop, iré por la mía—me levante del sillón y camine al escritorio en donde reposaba mi laptop.

—Listo ¿Ahora que se supone que hago?—seguía nerviosa.

—Solo respira, acepta la video llamada—le ordene y colgué.

Me volví a sentar en el sillón con la laptop en las piernas.

—Bien ¿Qué problema hay?

—Esto Christian—levanto un montón de percheros.

— ¿Te has probado alguno?

—Sí, pero no me convencen, necesito tu ayuda.

—Primero respira, luego busca cuales son los que más te gustan y me los enseñas ¿Vale?

—Si.

Vi como la ropa saltaba enfrente de la cámara y espere pacientemente.

—Listo—dijo.

—Ahora pruébatelos.

— ¿Qué?—pregunto confundida.

—Pruébatelos, se supone que tengo que ver cuál te queda mejor.

—Mmmm... bien—la figura de Ana desapareció por una puerta.

A los 3 minutos Anastasia salió con un vestido azul, no era muy largo y muy corto, tampoco muy escotado. Nadie puede ver lo que es mío.

— ¿Qué te parece?—parecía insegura.

—Te queda genial—creo que la baba se me estaba escapando.

— ¿Tú crees?—se dio una vuelta. Demonios, le quedaba espect...un momento, ese escote de la espalda es muy grande. Efectivamente con ese no va mañana.

—Ya no me gusta—dije tajante—el escote de la espalda es enorme. No no no.

Ana me puso los ojos en blanco, tomo un vestido morado y desapareció de nuevo.

...

— ¿Qué opinas de este?—dijo mientras me enseñaba un vestido gris, era hasta las rodillas y era de gasa. No era muy escotado, suficiente tela en los lugares apropiados.

—Con ese te ves aún más hermosa.

Se puso roja, y me agradeció. Se fue a cambiar y cuando regreso conversamos sobre mañana. Bien podríamos hacer pública nuestra relación ni bien termine la ceremonia, y decirle al mundo entero que esa bella mujer es mi novia, y pronto mi esposa, para luego convertirse en la madre de mis hijos.

Después de que bostezara unas tres veces me dijo que se iba a dormir, me despedí de ella, corte la video llamada y apague la laptop.

Regrese al cuarto, me puse mi pijama y me tire a la cama. Mire por la gran ventanal de la habitación, el cielo oscuro, así como mi vida antes de conocer a Anastasia. Cerré los ojos y me deje llevar por el cansancio.