Capítulo 8

15.6K 1.9K 859
                                    

Greg no está enojado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Greg no está enojado. Está furioso.

En todo el día me lanzó relámpagos con los ojos. Ahora que estamos en el almuerzo después de no sé cuántas materias insufribles, el silencio entre los dos es demasiado incómodo. Aún no encontré algo lógico que decirle sobre el porqué fui con Rowen en la entrada y él no me lo preguntó. Creo que espera a que yo hable primero y estoy mudo.

Miro mi lazaña y no me apetece para nada, sé que tengo que decir algo, ¿pero qué?

—Oh, ¿Dani? —escucho a mis espaldas justo cuando estaba por decir alguna cosa para no seguir así con mi amigo.

Al voltear, me encuentro con Dominik y una bandeja de comida. Greg lo mira con el ceño fruncido y vuelve a su comida.

—Hola Dominik, ¿cómo estás?

—Estaba buscando un lugar para comer y me encuentro contigo, ¿puedo? —pregunta y entiendo a lo que se refiere. Aprovecho y asiento con la cabeza, así al menos me evitaré el ambiente raro que se formó entre Greg y yo.

—Por cierto, él es mi amigo Greg. Greg, él es Dominik, lo conocí hoy en el autobús.

—Mucho gusto Greg, es bueno conocer a más personas —Dominik saluda con una sonrisa.

—La verdad es que a estas alturas ya ni sé quienes son o no amigos de Dani, pero mucho gusto Dominik.

Golpe bajo. Greg vuelve a concentrarse en su comida y yo formo una sonrisa tensa ante un confundido Dominik.

—Por lo visto no vine en el mejor momento, creo que iré a otro...

—No te molestes, ya me iba —Greg agarra sus utensilios que ahora están vacíos debido al apuro en que comió y se levanta del lugar.

Me siento sorprendido por cómo está actuando, no pensé que se molestaría tanto. Debí haber hablado con él. ¡Greg no me odies!, pienso con impotencia.

—¿Estás bien? —pregunta Dominik que se muda al asiento en frente de mí, ese en donde mi mejor amigo estuvo segundos antes.

—Creo que no estoy siendo el mejor de los amigos últimamente —comento cabizbajo.

—¿Puedo preguntar por qué? —pregunta con cautela—. No seré el mejor consejero, pero me gustaría ayudarte.

—No estoy siendo sincero con él y lo sabe, no quiero estar peleado con Greg, ¿pero ahora qué puedo hacer? —me quejo.

Guarda silencio analizando lo que digo y agrega:

—Te recomiendo que seas sincero. Muchas veces perdemos amistades importantes al ocultar secretos, y por más fuertes que sean los lazos que nos unen, no resisten a daños que podríamos haber evitado usando sólo palabras.

Veo como lleva su mano a la pulsera de tela negra en su muñeca a la par que su mente se sumerge en algún recuerdo al que no puedo acceder. Su semblante se vuelve triste y melancólico, así que llevo una de mis manos hasta las suyas.

El capricho de DanielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora