Advertencia: este capítulo podría tener palabras violentas y/o ofensivas.
—Daniel, ¿estás bien? —me pregunta Dominik en el autobús, sus palabras me devuelven de nuevo a la realidad, no lo escuché cuando se subió.
—Hola, Dom. Estoy bien, ¿por qué preguntas? —trato de desviar la atención de mis ojos hinchados y compongo una sonrisa.
Por más que mi madre me haya insistido ayer sobre lo que sucedió, por alguna razón me dió vergüenza decirle las palabras hirientes que Rowen me dirigió. Sé que como madre me diría que todo lo que dijo no es más que una mentira, incluso se enfadaría mucho y estaría indignada, pero en el fondo igual dudaría sobre la veracidad de las palabras de Rowen. Incluso mi padre trató de subirme el ánimo contándome sobre parejas homosexuales de Hollywood. Los amo a los dos, pero no pudieron aliviar el escozor en mi corazón.
«A quién le gustaría un molesto, caprichoso y loco chico que no sabe la diferencia entre lo bueno y lo que roza el acoso? A nadie, ¿entiendes? A nadie con un poco de sentido común podrías gustarle»
Esa oración retumbó en mis oídos hasta dormir.
—Definitivamente no estás bien —Dominik me mira preocupado.
—Te equivocas, ¡estoy más que bien! ¿Qué hay de ti? ¿Ya te curaste del resfriado? —le pregunto animado.
—Así es, solo fue la alergia que a veces no me deja ni respirar —dice mientras se toca el pelo con pena. Al parecer decidió ya no indagar más en lo que me tiene desconcentrado.
Seguimos hablando de unas cuantas cosas más y me doy cuenta que su padre no le comentó lo ocurrido el día anterior, lo cual me alivia.
La vibración de mi celular me desconcentra de la conversación. Miro el identificador y me encuentro con que es una llamada de Greg. De inmediato cuelgo sin responder.
No pienso volver a dirigirle la palabra a Gregory nunca más salvo para gritarle todas las verdades que se merece. Jamás pensé que me traicionaría de aquella manera, ¿qué acaso no puede negarse a algo de lo que diga aquella chica? ¿Ni siquiera por su mejor amigo?
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El capricho de Daniel
Teen Fiction«Estoy desesperado. Harto de ocultar quien soy, pero tengo miedo de que me señalen con el dedo y se rían de mí, si tan solo pudiera salir del clóset con un novio rudo a quien nadie se atrevería a molestar. ¡Eso es! Debo conquistar al chico más temid...