Bajamos a la cocina y ella prendió el horno con la llama más alta que nunca, y allí puso la bolsa con los fragmentos del espejo, mientras se iba derritiendo la llama emitió un grito y torno un color azul muy claro, ella miraba fijamente a la llama y le salían lagrimas sin ella quererlo.
—no volverá ¿cierto? — ella me miro y yo simplemente la abrace —bueno hay que encontrar las llaves de los cofres— dijo secándose las lagrimas, encendió la luz y saco un gabinete lleno de llaves tanto antiguas como modernas, empezamos a buscar cual sería la que más se pareciera al menos a una de las cerraduras pero no encontramos ninguna.
—espera! —exalto, busco una silla y montándose en ella busco en los gabinetes más altos, allí encontró un cuchillo muy deforme, todo el hierro estaba torcido.
—recuerdo que una vez me quede encerrada en una de las habitaciones y mi padre abrió la cerradura con esto, me dijo que tal vez algún día abriría un cofre del tesoro con esto— dicho eso, tomo el cuchillo el intento abrir el primer cofre, después de rodarlo un poco se abrió, Rachel y yo nos quedamos impresionados con lo que había allí, el cofre estaba repleto de diamantes y gemas de colores había rubíes, esmeraldas, amatistas, ónices, cuarzos, cristales y diamantes, ella me miro y yo hice lo mismo. Cerramos el primero y abrimos el segundo que contenía oro en monedas la mitad del cofre era monedas de plata y la otra de oro.
—esto nos alcanza para comprar 100 panaderías como la de la señora Madison y hasta mas grandes— le dije muy perplejo, por ultimo introdujo el cuchillo en la cerradura y adentro del cofre había solo un sobre, Rachel lo tomo y lo abrió dentro de el había una foto de una niña pequeña sobre las piernas de un joven adulto.
—papa! Este es mi papa! — dijo muy feliz, la niña era ella y el joven debió ser su papa, dejo la foto sobre la mesa y reviso otra vez en sobre, en el había una carta la cual leyó en voz alta.
"mi amor, después de lo que paso con tu madre y la vida que te he obligado a vivir, no puedo seguir existiendo, seré una carga para ti, tienes sueños, metas y una vida por delante, no te escondas más bien sal y atrapa todas las oportunidades que puedas, solo espero que no puedas verme después de que leas esta carta ya que no estaré aquí, pero quiero que sepas que te amo, y eres lo mejor que me ha pasado en la vida, alcanza tus sueños y a donde quiera que vallas estaré contigo, debes prometerme que en todos los lugares a los que vallas seas feliz, muy feliz te ama tu papa"
—Espero poder cumplir la promesa— me dijo mientras lloraba pero cuando volteo a verme a pesar de las lágrimas estaba feliz, igual que yo.
—y que vas a hacer con todo esto? — ella me miro sin respuesta —pues porque estaba pensando, tal vez con esto pueda traer al señor Baker aquí y vivir todos juntos— dije rascándome la nuca.
—¿todos juntos? Ah te refieres a la señora Madison y el señor Baker...—
—y tu, claro si quieres— dije sin mirarla.
—bueno pero, recogeré mis cosas después de comprar la nueva panadería y buscar a tu padre— voltee a mirarla y ella lo hacía con una sonrisa, acepto!! No lo podía creer pero debía ocultar mi entusiasmo.
—bien entonces vamos, deberíamos llevar treinta monedas de plata y veinte de oro te parece? — ella asintió, cerramos los cofres y los ocultamos, fuimos en la bici a la panadería pero la señora Madison no estaba, le dejamos una carta diciendo que íbamos en busca del señor Baker, cogimos algunas tortas y nos dirigimos a mi pueblo natal, recorrimos bosques y lagos por lo que ya yo había caminado en busca de una mejor vida y al final termine encontrando más de lo que me podía imaginar. Ya al llegar no vimos mucha actividad en el pueblo y eso además de ser algo normal nos extraño un poco, dejamos la bici sobre la montaña y bajamos, a escondidas íbamos caminando hasta llegar a la panadería pero no vimos al señor Baker.
—No está...— dijo en voz muy baja. Yo lo llame varias veces y busque en toda la casa pero no lo encontramos, una persona caminaba por el frente y Rachel salió a preguntar.
—disculpa hola? — era un joven que daba muy mala espina y miro a Rachel de arriba abajo. —no has visto al señor Baker por aquí? Trabajaba en esa panadería— dijo señalándola.
—No dulzura, ese viejo tiene tiempo que no aparece desde la masacre— dijo sonriendo.
—masacre? —.
—cuentan todos que hace muy poco tiempo, un miembro del pueblo asesino brutalmente a sus padres apuñaleándolos, la última vez que se le vio fue en esa panadería y huyo lejos de aquí, y desde entonces no se le ha visto mas ni a el ni al señor que vivía allí, según y que también lo asesino pero supongo que es un misterio te recomiendo que tengas cuidado y recuerda...— se acerco a la pálida y le susurro en el oído —en este pueblo, no hay nadie en quien confiar— el joven se alejo y se perdió entre la neblina que ya empezaba a aparecer, estaba oscureciendo y debían llegar pronto de lo contrario tendrían que salir en la mañana, Rachel se dirigió a mí.
—Noah, donde está el señor Baker? — me pregunto a distancia.
—no lo sé, el siempre estaba aquí— yo voltee a verla y ella no se había movido.
—y donde están tus padres? — yo la mire sin querer responderle. —fuiste tú quien los asesino? Asesinaste a tus padres y al...—.
—no! — le grite, ella parecía estar asustada. —no fui yo y no sé quien lo hizo, pero no asesine a el señor Baker jamás me atrevería a hacerle daño ni a ti tampoco— me acerque a ella lentamente y la bese, ella retrocedió un poco y choco con la mesa tirando y rompiendo un vaso de vidrio.
—quien anda allí? — pregunto una voz que salía de la ¿chimenea? Era un anciano parecía ser...
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La llamada del Reflejo ©
Horror✔Una Historia de Ariel Lampe. ✔Los Derechos de este libro son reservados y protegidos. ✔Una portada de @Jst1ne. ➤SIPNOSIS: La llamada del Reflejo trata de Noah, un joven campesino pobre que narra su propia y desgraciada y historia, que va cambiando...