—CALLATE!!!— escuchaba desde el otro cuarto. Podía oír y sentir que su madre caía al suelo por los golpes que le daba su nuevo esposo. Supongo que no tenia mas opción, el padre de esa niña las había abandonado solas y sin lugar a donde ir; después de eso la madre se volvió alcohólica y la niña con solo 10 años tuvo que cuidar de ella sacándola de bares, peleas y hasta intentos de quitarse la vida. No había una sola noche en que la niña no dejase de llorar por su madre que cada día seguía bebiendo más y más. Una noche en uno de esos bares, la niña tenía una fiebre muy alta y se sentía muy mal, su madre estaba en la mesa de los tragos mientras que la niña empezaba a ver borroso. Una chica muy joven y bella con uno de esos vestidos cortos y pegados al cuerpo le formo problemas a la madre y se inicio una pelea; la niña fue a defenderla pero se tropezaba con la gente al caminar y esta a cambio la empujaba hacia el piso.
—Mama...— eso fue lo único que alcanzo a decir la niña antes de que otra persona que gritaba por la contienda le diera un codazo muy fuerte en la cabeza.
La niña despertó en un cuarto muy bello, parecía el de una princesa; estaba decorado con muchos cintos color rosa pastel, no había otro color que se pudiera apreciar además de ese.
—Mama? — pregunto la niña, pero nadie contesto, se toco rápidamente la frente y estaba a temperatura normal pero ¿Qué había pasado?, de repente entro una señora al cuarto: podría ser de unos 56 años pero para su edad, se veía joven y muy amable.
—Ya despertaste mi pequeña, mi nombre es Matilda, yo te cuidare por ahora— la niña de dio la mano a la hermosa señora que le sonreía. Pero esa sonrisa se borraría de su rostro al escuchar un montón de lo que parecían ser bajillas tirándose en el suelo.
—Donde esta mi mama señora— la señora asustada dejo caer algunas lagrimas de sus ojos pero aun así se mantuvo fuerte.
—El señor Marqués, es un hombre muy rico en dinero que llego de España hace muchos años, vio lamentablemente el ejemplo de su padre hacia su madre y ahora lo imita con tu mama. El señor marques es fue viudo cinco veces, y las cinco fueron por matar a sus propias esposas...
—MATILDA!!!!!!!!!!!! — la señora y la niña se sobresaltaron, esta ultima estaba asombrada ¿Qué la hacía a su madre? Se formulaba esa pregunta a cada rato.
Matilda bajo rápidamente sin notar que la pequeña le seguía los pasos, al llegar a la cocina se escondió debajo de una mesa de adorno y escucho la conversación.
—Si Señor Marques...— el miedo abundaba en el interior de Matilda pero lo disimulaba a la perfección.
—viste a mi mujer hermosa, saldremos hoy a cenar le guste....— se acerco a la señora tirada en el suelo.
—O NO!!!!! — después de gritarle Matilda le contesto.
—En seguida Señor— El espeluznante hombre, paso por su lado y se fue, Matilda se dispuso a acompañar a la señora y después de calmarla le dijo que por su bien, se pusiera el mejor de los vestidos que pudiera encontrar, que algún día en el pasado pertenecieron a las cinco mujeres de Marques.
Llego la noche y la niña le suplicaba a su madre que no se fuera y que se quedara con ella, pero la madre no la escuchaba.
—Mama, mama por favor no vallas ese hombre...
—Basta Camila!!!! Basta!!!!!, si no quieres aceptar mis decisiones ¿Por qué no te largas y me dejas en paz? — desde el otro lado de la puerta, Matilda escuchaba la conversa pero entro solo para dar una noticia.
—El señor la espera, señora— la madre son su elegante vestido negro brillante salió del cuarto sin importarle que su hija estuviera de rodillas llorando. Matilda la llevo a su cuarto y después de calmarla y poco se quedo dormida junto a ella. Mucho tiempo después, cuando la luna llena alumbraba toda la habitación, la pequeña Camila escuchó fuertes gritos y bajo las escaleras a ver qué pasaba.
—Matilda...— se susurro ella misma al ver a Matilda tirada en el suelo dentro de un charco de sangre, esta volteo la cara y la vio, pronunciando sus últimas palabras.
—Corre.... Corre— la niña de inmediato entendió y con ayuda de la mesa de adorno abrió la ventana y salió corriendo lo más que podía de allí, las lágrimas no dejaban de salirle y por eso se desviaba a cada momento. Al entrar al bosque sin querer tropezó y su cabeza dio directo a un árbol e hizo que la niña se desmayara.
Al abrir los ojos estaba tirada en el suelo encima de una manta de picnic color rosa, el cielo era gris y delante de ella estaba el inmenso mar que reflejaba el mismo color.
—Pequeña...— quien había dicho eso era un anciano escondido detrás de un árbol, pero al ver a la niña salió. Se vestía muy formal, parecía un mayordomo.
—Señor dónde estoy? — pregunto la niña confundida, el anciano se acerco a ella y en la mano que escondía detrás de su espalda había un panecillo decorado, se lo dio a la niña y mientras esta comía le conto.
—Hubo un hombre muy malo que vivía en su mansión, había tenido cinco esposas y a todas las asesino, acaba de hacerlo con la ultima y con su sirvienta—.
—Matilda— la niña dejo caer una lagrima.
—Pero no te preocupes, yo vivo solo y tener a alguien de compañía me sería muy bueno, yo soy repostero y te puedo enseñar a hacer todos los dulces que tú quieras, pero antes necesito saber tu nombre— la niña bajo la cabeza y al fin hablo con la más honesta sinceridad.
—Pues siempre me quise llamar Carrie— respondió con una sonrisa.
—Bien Carrie, cuál es tu apellido? — miro el anciano con curiosidad.
—Madison, mi nombre es Carrie Madison— respondió la niña muy decidida...
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La llamada del Reflejo ©
Horror✔Una Historia de Ariel Lampe. ✔Los Derechos de este libro son reservados y protegidos. ✔Una portada de @Jst1ne. ➤SIPNOSIS: La llamada del Reflejo trata de Noah, un joven campesino pobre que narra su propia y desgraciada y historia, que va cambiando...