—Ángel!!!! Ángel ven a jugar con tu hermano!!!— el pequeño niño con ya 7 años corría por el campo sin querer regresar a su casa.
—Ya voy mami— Rachel sostenía la mano del más pequeño, de tres años.
—Cuida a tu hermano Jhon mientras mama no está ¿bien? — el más grande asintió y los dos se dirigieron a la mesa que estaba fuera de la casa.
—Abuela!!!! — los niños entusiasmados estaban más que dispuestos a oír las historias que su abuela Madison siempre tenía para ellos.
—Mis queridos!!!!! Vengan a sentarse para que la abuela les dé una deliciosa galleta— la abuela los recibió con los brazos abiertos, mientras que el padre ya salía a encontrarse con la familia.
—Noah, Felicia está contigo? — el padre llevaba del brazo a la de mediana edad, que contaba con 5 años y al acercarse todos la felicitaron.
—Mi querida Felicia, que tengas un feliz quinto cumpleaños— la niña agradeció y procedió a abrir su regalo de parte de su abuela, recibió de parte de ella un enorme lazo rojo para el cabello.
—Ven mi amor...— su madre se lo coloco ya que no encontraba una cinta que combinara con el precioso vestido rosa que llevaba puesto.
—Ahora es el turno de mama y papa— menciono Rachel, le dieron un brazalete de muy pequeñas cuentas doradas que eran de oro puro, al ponérselo la niña esbozo una hermosa y muy bella sonrisa.
—Te gustaron los regalos princesa?? — la niña asintió rápidamente.
—Papi... quiero visitar al abuelo— Noah después de ver su carita de anhelo asintió con un exhalo y tomando a la niña fueron a donde un día hace 15 años enterraron al padre de Noah. La cruz de palo se veía vieja y desgastada pero seguía parada donde estaba, después de tanto tiempo, al llegar el padre bajo a su hija al suelo en frente de la tumba.
—Quieres decirle algo al abuelito? — decía casi llorando, Felicia asintió y se acerco y arrodillo frente a la cruz.
—Abuelito, hoy estoy cumpliendo cinco años, papa me regalo un brazalete y la abuela un lazo, han sido muy buenos conmigo, te extraño aunque nunca te conocí...—Noah ya había dejado caer muchas lagrimas, pero trataba de no hacer ruido.
—Te quiero abuelito— la niña se puso en pie y se sacudió el vestido, al acercarse a su padre lo abrazo y este teniendo el rostro en su hombro rompió en un llanto silencioso.
—Papa no llores, recuerda que al abuelo no le gusta que llores cada vez que venimos— el joven se echo a reír todavía empapado de lagrimas.
—Es verdad mi amor, no debemos llorar o el abuelo se pondrá triste, ahora despídete del abuelo— Así mismo se levantaron los dos del suelo, y regresaron tomados de la mano a su casa, donde todos los estaban esperando.
FIN
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La llamada del Reflejo ©
Horror✔Una Historia de Ariel Lampe. ✔Los Derechos de este libro son reservados y protegidos. ✔Una portada de @Jst1ne. ➤SIPNOSIS: La llamada del Reflejo trata de Noah, un joven campesino pobre que narra su propia y desgraciada y historia, que va cambiando...